Al menos 27 personas, incluidos nueve menores, han perdido la vida como consecuencia de las severas inundaciones que azotaron partes del estado de Texas, informó el sheriff del condado de Kerr, Larry L. Leitha, este sábado a CNN.
Las autoridades también evacuaron o rescataron a más de 850 personas, de las cuales ocho resultaron heridas.
Uno de los lugares con más preocupación se encuentra en el Campamento Mystic, una instalación cristiana privada para niñas, donde se reportan más de 20 menores desaparecidas. El vicegobernador de Texas, Dan Patrick, explicó que el campamento alberga a unas 750 niñas y que no se descarta que muchas de las menores estén refugiadas en zonas de difícil acceso.
“Eso no significa que se hayan perdido. Podrían estar en un árbol, podrían estar incomunicadas”, señaló Patrick durante una conferencia de prensa.
Más de 500 personas, junto a 14 helicópteros y 12 drones, se movilizaron el viernes para labores de búsqueda y rescate en las áreas cercanas al campamento. Helicópteros equipados con tecnología infrarroja sobrevolaron la región durante la noche del viernes en un esfuerzo por localizar a posibles víctimas, según fuentes relacionadas con el operativo.
El general de división Thomas M. Suelzer informó que para este sábado se desplegará personal adicional para gestionar refugios de evacuación y realizar tareas de rastreo.
Estado de desastre y respuesta federal
El gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró estado de desastre para varios de los condados más afectados. “Pondremos todo lo que tenemos en todo el estado”, aseguró, añadiendo que la medida garantiza acceso a recursos y personal estatal sin restricciones.
Por su parte, el expresidente Donald Trump calificó la situación como “terrible” y, desde el Air Force One, aseguró que el gobierno federal trabajará con el gobernador para brindar asistencia. “Aún no saben cuántas personas, pero parece que algunos jóvenes han muerto”, comentó.
Lluvias extremas y un río desbordado
Desde la noche del jueves, se han registrado precipitaciones de entre 10 y 25 centímetros en zonas como San Angelo y Kerrville, provocando múltiples emergencias por inundaciones repentinas. El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) emitió al menos cinco alertas de emergencia, incluyendo para los condados de Tom Green, Kerr y Kendall.
Uno de los casos más alarmantes se registró en el río Guadalupe, que creció más de seis metros en tan solo tres horas, alcanzando uno de sus niveles más altos registrados antes de que un medidor de nivel fuera destruido por la crecida.
El centro de Texas enfrenta actualmente una de las peores sequías en Estados Unidos, lo que ha exacerbado los efectos de las lluvias, ya que los suelos secos no pueden absorber el agua con rapidez. Las intensas precipitaciones se consideran eventos de frecuencia centenaria en algunas de las zonas afectadas.
Más lluvias y nuevas emergencias
Las lluvias continuaron este sábado con intensidades equivalentes a eventos de 100 a 200 años de recurrencia. Burnet, cerca de Austin, recibió hasta 19 cm de agua en apenas tres horas. En consecuencia, se declararon nuevas emergencias en los condados de Travis, Burnet y Williamson, y se reportaron inundaciones en viviendas, calles y carreteras, incluyendo rescates acuáticos en áreas como Liberty Hill.
El río San Gabriel, en el sur de Georgetown, podría alcanzar los nueve metros de altura este sábado, lo que representa un riesgo significativo para viviendas y vialidades.
Meteorólogos advierten que el sistema de tormentas muestra poco movimiento y que las condiciones de humedad podrían generar nuevas precipitaciones intensas, elevando el riesgo de más inundaciones repentinas.
Una alerta de inundación se mantiene activa hasta la noche del sábado, con la posibilidad de acumulaciones adicionales de hasta 10 cm, agravando una situación ya crítica.