El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha presentado este jueves un acuerdo comercial “revolucionario” con el Reino Unido, que el primer ministro británico, Keir Starmer, ha calificado de “realmente importante” para impulsar el comercio entre ambos países, aunque los detalles finales del mismo se redactarán en las próximas semanas.
En una rueda de prensa desde el Salón Oval de la Casa Blanca, en la que Starmer ha participado mediante videoconferencia y coincidiendo con la celebración del 80 aniversario de la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial, Trump ha asegurado que el acuerdo permitirá reducir o eliminar numerosas barreras no arancelarias para los productos estadounidenses, añadiendo que será también “muy beneficioso” para el Reino Unido.
¿Cuáles son los detalles del acuerdo entre EEUU y Gran Bretaña?
“Con este acuerdo, el Reino Unido se une a Estados Unidos para afirmar el principio de proximidad y equidad”, ha afirmado Trump.
Si bien el mandatario estadounidense indicó que los detalles finales “se están redactando en las próximas semanas”, el presidente estadounidense afirmó que el acuerdo “es muy concluyente” y casi todo ha sido aprobado, por lo que Estados Unidos recibirá nuevo acceso al mercado británico para la maquinaria química estadounidense y muchos otros productos industriales que no estaban permitidos, así como para productos estadounidenses que no estaban disponibles en el Reino Unido.
La Casa Blanca ha indicado que el acuerdo comercial permite ampliar significativamente el acceso estadounidense al mercado del Reino Unido, creando una oportunidad de 5.000 millones de dólares (4.407 millones de euros) para nuevas exportaciones para agricultores, ganaderos y productores estadounidenses, incluyendo más de 700 millones de dólares (617 millones de euros) en exportaciones de etanol y 250 millones de dólares (220 millones de euros) en otros productos agrícolas, como la carne de vacuno.
Asimismo, el acuerdo compromete a los dos países a colaborar para mejorar el acceso al mercado industrial y agrícola y elimina lagunas legales, aumentando la competitividad de las empresas estadounidenses en el mercado británico, además de garantizar procedimientos aduaneros simplificados para las exportaciones procedentes de Estados Unidos.
Se mantiene el arancel del 10%
A pesar del acuerdo logrado, se mantendrá en vigor el arancel recíproco del 10%, anunciado originalmente el pasado 2 de abril, una tasa que Trump ha advertido podría suponer un suelo de cara a futuros acuerdos con otros países.
En este sentido, en su rueda de prensa, el presidente de Estados Unidos considerado que se trata de “una cifra baja”, por lo que los británicos “hicieron un buen trato” y los aranceles para otros “serán mucho más altos porque tienen enormes superávits comerciales”.
“El modelo de 10% es probablemente el más bajo y por eso hicieron ese trato, pero con ellos tenemos una relación muy especial”, comentó Trump.
Trump alaba el papel del laborista Starmer
El mandatario estadounidense destacó el papel del primer ministro británico, de centroizquierda, subrayando que Reino Unido es uno de los aliados más cercanos y queridos de Estados Unidos, añadiendo que el acuerdo “es el primero de una serie de acuerdos comerciales” que su administración ha estado negociando durante las últimas cuatro semanas.
Starmer expresó su satisfacción por haber logrado “un acuerdo realmente importante” que impulsará el comercio entre ambos países y que supone “una plataforma increíble para el futuro”.
En un comunicado, Downing Street 10 indicó que los aranceles estadounidenses sobre las exportaciones de automóviles se reducen inmediatamente del 27,5% al 10% para una cuota de 100.000 automóviles del Reino Unido, casi el total que el país exportó el año pasado, mientras que las tarifas sobre el acero y el aluminio se redujeron a cero.
Asimismo, el acuerdo contempla un nuevo acceso recíproco al mercado de la carne de vacuno, con un cupo libre de aranceles para 13.000 toneladas métricas para los ganaderos del Reino Unido, mientras que no supondrá un relajamiento de las normas alimentarias británicas para las importaciones.