Finalmente, luego de una intensa búsqueda que comenzó en el 2018, apareció el bajo de Paul McCartney que había sido robado en el oeste de Londres hace 51 años, instrumento más que histórico porque fue el utilizado para grabar míticas canciones de los Beatles, como por ejemplo, “Twist and shout”, “Love Me Do” y “She Loves You”.
La confirmación del hallazgo fue parte de la organización The Lost Bass Project, quienes fueron los responsables de comenzar la ardua búsqueda por todo el Reino Unido y en especial en la capital inglesa, lugar donde se generó el robo cuando el instrumento protagonista se encontraba en la parte trasera de una camioneta que trasladaba los equipos del famosos cuarteto musical.
Aparición en óptimas condiciones
El bajo marca Hofner, muy peculiar para la época por tener forma de violín, fue comprado por McCartney en 1961 por unas 30 libras (equivalente a unos 650 dólares en aquella época), momento cuando en los comienzo de la banda decidieron probar suerte en una estancia en varios bares de la ciudad de Hamburgo, en Alemania.
“Paul está muy agradecido con todos los que le ayudaron. El bajo está completo y todavía con su estuche original. Necesitará algunas reparaciones para que pueda volver a reproducirse, pero un equipo de profesionales puede realizarlas fácilmente”, explican desde The Lost Bass Project.
Los periodistas que lideraban esta campaña, Scott y Naomi Jones confirmaron que el ladrón vivía en Ladbroke Grove, en el barrio de Notting Hill, ahora considerado burgués, pero que en la época era habitado sobre todo por “músicos, artistas y hippies”. Según agregaron el dúo periodístico, el autor del robo ignoraba la identidad del ilustre propietario del instrumento, y cuando lo supo se lo vendió al dueño del pub de la esquina de su calle. El bajo permaneció en la familia todos estos años.