Las autoridades estadounidenses detuvieron tarde este domingo a Vance Boelter, el hombre sospechoso del asesinato el pasado sábado de la congresista del Partido Demócrata en la Cámara de Representantes de Minnesota Melissa Hortman y su marido. También está acusado de atentar contra la vida del senador estatal John Hoffman, también demócrata, y su esposa.
Hoffman y su esposa, Yvette, se encuentran conscientes y recuperándose tras someterse a sendas operaciones quirúrgicas tras ser alcanzados por los disparos, según reveló un familiar. “Los dos están despiertos y recuperándose. Va a ser un proceso largo”, dijo un sobrino.
La Oficina del Sheriff del Condado de Ramsey, donde está ubicada la ciudad de St. Paul, anunció en su cuenta de la red social Facebook que “tras un trabajo policial incansable y decidido, el asesino se encuentra ahora bajo custodia”.
El mensaje va acompañado de una imagen en video sobre el momento de la captura de Boelter, que el organismo ha calificado como “el rostro del mal”.
¿Cómo fue arrestado el principal sospechoso de este atentado político?
El arresto tuvo lugar poco antes de las 10 pm (hora local) cerca de la vivienda de Boelter, de 57 años, en Green Isle, en el condado de Sibley, al suroeste de Minneapolis.
Boelter se puso un uniforme de policía y una máscara para los ataques. Luego de eso, el sospechoso se enfrentó a tiros a los policías y luego escapó.
Joseph Thompson, fiscal federal interino del distrito de Minnesota, afirmó que Boelter “acechaba a sus víctimas como si fueran presas”.
De acuerdo a la información de NBC News, las fuerzas de seguridad acudieron este domingo al condado de Sibley después de recibir el aviso sobre la localización de un vehículo previamente recuperado. A partir de esa pista inicial, los agentes obtuvieron nueva información que les permitió confirmar la presencia del sospechoso en la zona, lo que activó el despliegue de unidades tácticas.
Un funcionario detalló que el equipo SWAT logró acercarse al sujeto gracias a la coordinación efectiva entre los elementos en el terreno. Según explicó, el sospechoso comenzó a arrastrarse hacia los agentes obedeciendo las órdenes que se le daban, lo que permitió su detención sin mayores incidentes.
Según reveló un amigo suyo citado por el Star Tribune, Boelter estaba pasando apuros económicos tras dejar su trabajo en una empresa de seguridad para un emprendimiento financiero fallido en República Democrática del Congo.