Luego de que hace unos días se limitara el tiempo para abortar a sólo seis semanas, ahora el gobernador de Texas, Greg Abbott, promulgó un proyecto de ley que restringe la votación.
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El republicano piensa poner un freno a las elecciones anticipadas de 24 horas y desde el vehículo, también impone nuevas barreras a las boletas electorales por correo y empodera a los observadores electorales partidistas.
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Texas sigue los argumentos de Trump
De esta forma, la norma restrictiva a la votación agrega a Texas al listado de estados controlados por los republicanos que se han apoderado de los argumentos sin confirmar del expresidente Donald Trump sobre el supuesto fraude electoral que sufrió en las elecciones presidenciales ante Joe Biden.
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Así, algunas delimitaciones han restringido el acceso a las urnas libremente en este año, como Florida y Georgia, al promulgar nuevas leyes de votación.
El cambio en la entidad sureña llega cuando los miembros del Partido Republicano buscan aferrarse al poder, en un estado que suele cambiar rápidamente de gobernantes. Además, se debe tener en cuenta que las personas de color se posicionan en el crecimiento de la población, que se concentra en las grandes ciudades que tienden a votar por los demócratas.
Intentos fallidos de los demócratas
En intentos por retardar o frenar el proyecto de ley, los miembros del partido del presidente salieron del Capitolio de Austin. Primero, impidieron la aprobación de una medida similar al final de la sesión legislativa regular del estado, en mayo pasado, y después obligaron al gobernador a convocar dos sesiones especiales para abordar lo que Abbott calificó como “integridad electoral”.
“Hace que sea más fácil y más fácil que nunca que alguien vaya a votar. Sin embargo, también asegura que sea más difícil que nunca para la gente hacer trampa en las urnas”, dijo Abbott en un evento en el que firmó el proyecto de ley.
Las personas que se encuentran en contra del Proyecto de Ley del Senado 1 sostuvieron que las disposiciones restringen de manera desproporcionada el acceso de voto para los marginados, particularmente las personas de color, adultos mayores y con discapacidades.
“La (ley) SB 1 es un esfuerzo terrible y antidemocrático de los republicanos de Texas para construir barreras para votar por personas que creen que no los apoyarán”, indicó Eric Holder, el fiscal general de Estados Unidos cuando Barack Obama fue presidente, en un comunicado.
“Lo que hace que este proyecto de ley y otros similares que los republicanos están impulsando en todo el país sean aún más antiamericanos es que los republicanos están usando la ‘Gran Mentira’ sobre las elecciones de 2020 como pretexto para apoyarlos. La realidad es que estos proyectos de ley no tienen nada que ver con con integridad o seguridad electoral, sino que son medidas discriminatorias que dificultan el voto de todas las personas. Estos proyectos de ley tendrán un impacto desproporcionado en las comunidades de color”.