La Merced, situada en el oriente de la CDMX, es el abuelo de todos los mercados que existen en la capital de país.
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El origen de su nombre es por el monasterio de Nuestra Señora de la Merced de la Redención de los Cautivos, que se ubicaba en donde ahora está ubicado.
Histórico mercado, la Merced.
En 1860, el mercado comenzó a tomar forma, ya que se empezaron a construir edificios en los terrenos del antiguo monasterio; incluso, en 1863 ya había estructuras permanentes.
En los inicios del Siglo XX, la Merced fungió como el comercio más importante en mayoreo y menudeo, principalmente en productos alimenticios.
En 1890, Porfirio Díaz inauguró el antiguo edificio del mercado, el cual fue el arranque para formar un lugar de 800 metros cuadrados lleno de comerciantes.
Sin embargo, para 1950 el espacio ya era insuficiente, pues la cantidad de locatarios se multiplicó, por lo que se demolió parte de la estructura.
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Por tal motivo, en 1957 se presentó la actual versión del mercado, por el entonces presidente Adolfo Ruíz Cortines.
Nuevo esqueleto
La reestructura midió más de 500 mil metros cuadrados, una obra compuesta por el arquitecto Enrique Moral.
Esto albergó a más de tres mil comerciantes de frutas, verduras, legumbres en la nave mayor, además de más de 400 vendedores de abarrotes, carnicería, pescadería, etcétera, en la nave menor.
El primer anexo del mercado tiene mas de 170 locales para hojalatería y ferreterías, mientras que el segundo tiene el área de comida preparada.
Asimismo, el quinto se destinó para los vendedores de flores, denominado Mixcalco; además, el sexto se colocó para el comercio de ropa y juguetes.
Esto convirtió a “La Meche” en un lugar de diversos artículos, por lo que se estima que diario lo visitan más de 10 mil personas.
El mercado ha sufrido varios incendios a lo largo de su historia, pero la tragedia no ha sido motivo para que la Merced se apague.
Actualmente se encuentra en remodelación, ya que el 24 de diciembre de 2019 se quemó.
La pandemia por coronavirus hizo que las ventas se cayeran en un 70 por ciento, por lo que los comerciantes ya esperan con ansias la vuelta a la normalidad.