Aunque poco menos de 40 personas confirmaron la asistencia de la primera firma oficial de la escritora Chelsea Banning en una librería de Ohio, el pasado sábado 3 de diciembre, ninguno asistió. La mujer le había dicho al encargado de la tienda que asistiría “una multitud de personas”, pero cuando inició la firma, solo aparecieron 2 personas.
“Por un tiempo sentí que estaba tirando mi libro al vacío y sin obtener nada”
“Por un tiempo sentí que estaba tirando mi libro al vacío y sin obtener nada”, dijo a NPR. “Esto se sintió como la gota que colmó el vaso”. Banning quiso escribir su primer libro de una novela de fantasía, llamada Of Crowns and Legends.
Su libro es el primero de tres y sigue la vida de los hijos del Rey Arturo. Banning, bibliotecaria de profesión, trabajó más de 15 años en Of Crowns and Legends y en el mes de agosto lo publicó. Pero no imaginó el apoyo que recibiría.
El duro sacrificio de ser escritora
Quince años de trabajar en un libro no fue suficiente, la escritora nunca imaginó lo difícil que sería. Desde agosto estaba enfocada en promocionar su libro y también quiso hacer una firma de libros, creyendo que sería un éxito.
En la librería Pretty Good Books en Ashtabula, Ohio, no llegó nadie y Banning se quebró por dentro: “Estaba desanimada y desanimada y me sentí mal porque el dueño de la librería abrió su tienda para mí”, dijo. Al siguiente día, al despertar con la tristeza que invadía su corazón, decidió tuitear el hecho en su red social.
Solo 2 personas asistieron a apoyarla
Banning escribió: “Solo 2 personas asistieron a mi firma de autor ayer, así que estaba bastante molesto por eso. Especialmente porque 37 personas respondieron ‘ir’ al evento. Un poco molesto, sinceramente, y un poco avergonzado”. Sin embargo, no esperó la reacción de otros autores famosos a los que ella admira.
Grandes reconocidos novelistas del mundo: “Me quedé despierta hasta la 1 a. m. en completo estado de shock, solo viendo cómo sucedía”, confesó la novata escritora.
Neil Gaiman, Robin Hobb y Jodie Picoult fueron algunos escritores que le respondieron: “Está bien tener sentimientos, no estamos solos en esto, pero no dejes que te detengan”. Hasta el mismísimo Stephen King.