Desde este domingo León XIV visitará Líbano cumpliendo una promesa hecha por su predecesor, Francisco, de ir al país de mayoría musulmana donde aproximadamente un tercio de la población es cristiana.
La primera gira al extranjero de León XIV comenzará este 27 de noviembre y su primera parte incluirá a Turquía, donde se reunirá con el patriarca Bartolomé, líder espiritual de los 260 millones de cristianos ortodoxos.
¿Por qué el papa eligió a Líbano?
La cuarta visita de un papa a Líbano envía un poderoso mensaje de apoyo en un momento en que la inestabilidad regional y las crecientes crisis internas han dejado al país en una situación precaria.
Desde 2019, Líbano ha sido golpeado por disturbios políticos, el colapso de su moneda y sistema bancario, la explosión del puerto y, más recientemente, una guerra entre Israel y el grupo político y militar Hezbollah. La guerra devastó grandes extensiones del sur y este de Líbano, dejando más de 4.000 muertos, incluidos cientos de civiles, y causando una destrucción estimada en 11.000 millones de dólares.
El papá no irá al sur de Líbano
A pesar de un alto el fuego mediado por Estados Unidos que entró en vigor en noviembre de 2024, Israel ha continuado llevando a cabo ataques casi diarios en el sur de Líbano —y, ocasionalmente, en los suburbios de la capital— que dice pretenden detener la reconstrucción de Hezbollah.
Por eso, muchos en el sur de Líbano se sintieron decepcionados de que el itinerario del pontífice no incluyera una visita a sus áreas devastadas por la guerra, similar al viaje del papa Francisco a la ciudad devastada de Mosul cuando visitó Irak en 2021.
Georges Elia, miembro de la congregación de Dardghaya, una localidad del sur de Líbano, dijo que asistirá a una reunión entre el pontífice y grupos de jóvenes en el Patriarcado Maronita en Bkerki, en el norte del país.
Pero todavía mantiene la esperanza de una visita papal sorpresa al sur, una “tierra sagrada, donde Jesucristo una vez caminó”, dijo. “El sur está sangrando, y necesita que (el papa) nos ayude a regresar y mantenernos firmes en nuestra tierra”.
Fuertes lazos con el Vaticano en una historia accidentada
La primera visita de un papa al estado moderno de Líbano en 1964 se produjo durante un tiempo próspero que hoy muchos recuerdan con nostalgia como la era dorada del país. Se produjo en una pausa entre la primera guerra civil del país en 1958 y los 15 años de lucha interna que comenzaron en 1975.
Las visitas papales posteriores se produjeron mientras el país se reconstruía tras esa violencia, a finales de la década de 1990 y en 2012, durante el apogeo del conflicto sirio y la crisis de refugiados que se extendió a Líbano.
Líbano, desde su fundación, fue concebido como un refugio para los cristianos. Ha tenido fuertes lazos con el Vaticano desde su independencia del dominio francés en 1943, y durante siglos antes del establecimiento del pequeño estado mediterráneo.
En la agenda del papa León XIV está un diálogo interreligioso con los líderes de las denominaciones cristianas y musulmanas del país en el corazón de la capital libanesa, donde tuvieron lugar las protestas antisistema en 2019, y en un área que sufrió algunos de los peores daños en la explosión del puerto.

