La semana pasada, las fuerzas armadas estadounidenses hundieron una embarcación venezolana en aguas internacionales y ahora, según un reportaje de The New York Times, el barco había modificado su rumbo antes de ser atacado, aparentemente tras detectar la presencia de un avión militar en las cercanías.
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Funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato, indicaron que la nave fue atacada en varias ocasiones hasta que se hundió por completo.
La administración de Donald Trump ha sostenido que el barco transportaba drogas. Al anunciar la operación, el presidente de Estados Unidos publicó un video de 29 segundos que muestra a una lancha rápida en movimiento con varias personas a bordo, seguido de una explosión. Sin embargo, ese video no revelaría toda la secuencia de eventos, según la versión del NYT. De acuerdo con funcionarios informados sobre la operación, la grabación no incluye el momento en que la embarcación gira ni los ataques posteriores a que la nave quedara aparentemente inhabilitada.
Controversia legal y falta de pruebas
Este ataque ha marcado una ruptura con los métodos tradicionales de interdicción de drogas, donde como la Guardia Costera lideran este tipo de operativos. La acción fue ejecutada directamente por las fuerzas armadas, intensificando el uso de recursos militares en una tarea históricamente civil. Expertos legales han cuestionado la legitimidad de esta operación, advirtiendo que tratar a presuntos narcotraficantes como combatientes en un conflicto armado representa un precedente preocupante.
Trump declaró que el ataque mató a once personas, supuestamente miembros del grupo criminal venezolano conocido como el Tren de Aragua y aseguró que los individuos transportaban drogas hacia Estados Unidos. Sin embargo, hasta ahora no se han presentado pruebas concretas que respalden esta afirmación. El mandatario mencionó que “tenemos grabaciones de ellos hablando”, aunque tampoco ha hecho públicas esos supuestos audios.
El secretario de estado Marco Rubio dijo inicialmente que la embarcación probablemente se dirigía a Trinidad y Tobago u otra nación caribeña. No obstante, más tarde, funcionarios del gobierno cambiaron la versión y aseguraron que el destino final era Estados Unidos.
Otro elemento que ha despertado dudas es la cantidad de tripulantes. Algunos observadores consideran inusual que un barco de ese tamaño requiriera once personas para operar, lo que ha sembrado incertidumbre sobre la naturaleza real de la misión del grupo.
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Críticas en el Congreso
El senador Rand Paul criticó duramente la operación y calificó de “despreciable e irreflexivo” glorificar la muerte de personas acusadas sin un juicio previo. Añadió que, en caso de que hubiera drogas a bordo, es más probable que se tratara de cocaína que de fentanilo, la sustancia que ha sido más vinculada con las muertes por sobredosis en el país.
Por su parte, el senador Jack Reed, demócrata y líder del Comité de Servicios Armados del Senado, declaró a CNN que no se han presentado pruebas que confirmen que el barco llevaba droga hacia Estados Unidos. Reed subrayó que “si hay un barco civil sospechoso de algo, especialmente en aguas internacionales, debes intentar detenerlo”, y añadió que el uso de la fuerza letal solo debe emplearse en caso de una amenaza directa.
El gobierno no ha ofrecido una justificación legal exhaustiva, pero ha planteado un argumento inusual: que la lucha contra el narcotráfico se enmarca dentro de las leyes del conflicto armado, considerando que cada año mueren aproximadamente 100.000 estadounidenses por sobredosis. En esa línea, Rubio describió a los presuntos traficantes como “una amenaza inmediata”.
En una carta dirigida al Congreso, Trump defendió la operación como un acto de autodefensa nacional.
Ante preguntas sobre la operación, la Casa Blanca no abordó directamente los detalles del ataque ni las maniobras previas del barco. La portavoz Anna Kelly reiteró la postura oficial, señalando que Trump “actuó conforme a las leyes de conflicto armado para proteger a nuestro país” de lo que describió como “narcoterroristas que intentan envenenar nuestra patria”.