El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció este lunes un paquete de nueve medidas para “detener el genocidio en Gaza, para perseguir a sus ejecutores y para apoyar a la población palestina”, entre las que destaca la aprobación de un decreto ley para formalizar el embargo de armas a Israel y la prohibición de entrada en España a quienes participen directamente en el genocidio.
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En una declaración sin preguntas en el Palacio de la Moncloa, denunció que lo que está haciendo Israel en Gaza, que comenzó como una respuesta a “los atroces atentados de Hamás” del 7 de octubre de 2023, “no es defenderse, no es ni siquiera atacar, es exterminar a un pueblo que está indefenso, es quebrantar todas las leyes del Derecho Humanitario”.
“Una cosa es proteger tu país, proteger a tu sociedad y otra muy distinta bombardear hospitales y matar de hambre a niños y a niñas inocentes”, recalcó el presidente del Gobierno, recordando que ya hay más de 63.000 muertos, más de 159.000 heridos y unas 250.000 personas en riesgo de hambruna.
En opinión de Sánchez, “la comunidad internacional no está sabiendo detener esta tragedia, quizá porque las grandes potencias del mundo han terminado encalladas entre la indiferencia de un conflicto que no termina y la complicidad con el gobierno del primer ministro Netanyahu”.
¿Cuáles son las medidas de España contra Israel?
Según Sánchez, el paquete de nueve medidas “se van a ejecutar de manera inmediata”. Todas ellas vienen a sumarse a las adoptadas en los dos últimos años, en particular el reconocimiento de Palestina como Estado, que aunque no han “logrado frenar la masacre” sí han contribuido a dar un “mínimo horizonte de esperanza” al pueblo palestino, ha afirmado.
La primera de todas ellas, y que venía reclamando con insistencia Sumar, la coalición de izquierdas española, es “la aprobación urgente de un real decreto ley que consolide jurídicamente el embargo de armas a Israel” que se ha venido aplicando de facto desde octubre de 2023 y que “establezca la prohibición legal y permanente de comprar y vender armamento, munición y equipamiento militar a Israel”. Sumado a ello, y como también ha venido ocurriendo durante este periodo, también se prohibirá el tránsito por puertos españoles a todos los barcos que transporten combustibles destinados a las Fuerzas Armadas de Israel (IDF), además de denegarse la entrada al espacio aéreo español a todas aquellas aeronaves de Estado que transporten material de defensa destinado a Israel, ha señalado.
Asimismo, el presidente del gobierno español dijo que también se prohibirá “acceder a territorio español a todas aquellas personas que participen de forma directa en el genocidio, la violación de Derechos Humanos y los crímenes de guerra en la Franja de Gaza”, añadió, sin concretar expresamente a quién afectaría dicha medida y si incluiría a Netanyahu o alguno de sus ministros más radicales.
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Por otra parte, se impondrá la prohibición de importar productos de los asentamientos ilegales en Cisjordania “con el objetivo de combatir estas ocupaciones, de frenar el desplazamiento forzoso de población palestina y mantener viva la solución de los dos estados”.
El presidente también ha querido dejar claro en su intervención que España “apoyará siempre el derecho de Israel a existir, a garantizar su seguridad y a prosperar”, condenando una vez más los atentados de Hamás. Además que al comenzar su intervención dijo que “el pueblo judío ha sufrido innumerables injusticias a lo largo de la historia, incluida la más atroz de todas, que fue el Holocausto”.
¿Qué respondió Israel ante las medidas de España?
El Gobierno de Benjamin Netanyahu respondió de forma inmediata al paquete de medidas de España, denunciando que es un intento por “distraer la atención” de los escándalos de corrupción y anunció sanciones contra la vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, y contra la ministra de Juventud, Sira Rego, quienes pertenecen a Sumar.
El encargado de dar la respuesta fue el ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Saar, mediante un largo mensaje publicado en redes sociales en el que acusa al Gobierno español de liderar “una línea hostil” contra Israel “con una retórica desenfrenada y llena de odio”.
Las medidas anunciadas, según el ministro israelí, no son más que “un intento evidente del corrupto Gobierno de Sánchez de distraer la atención de los graves escándalos de corrupción”.
Además, según Saar, España tiene un “activismo obsesivo” contra Israel dados sus vínculos con “gobiernos tiránicos y siniestros” como los de Irán o la Venezuela de Nicolás Maduro y su “sorprendente falta de conciencia histórica de los crímenes de España contra el pueblo judío”. En concreto, Saar cita los crímenes de la Inquisición, las conversiones forzosas y la expulsión que se produjo en 1492, que considera como una “completa limpieza étnica de los judíos a finales del siglo XV”.