El 27 de agosto de 2025, Robin M. Westman, de 23 años, perpetró un tiroteo durante una misa escolar en la Iglesia Católica de la Anunciación, en Minneapolis, dejando dos niños muertos y 17 personas heridas antes de quitarse la vida. Las investigaciones arrojan luz sobre un perfil psicológico profundamente perturbador y lleno de odio.
PUBLICIDAD
Conflicto de identidad y obsesión violenta
Westman, nacido como Robert Westman, se identificaba como mujer transgénero. En su manifiesto y videos previos al ataque, plasmó un conflicto personal en torno a su identidad de género.
Ideología extremista y manifiesto repleto de odio
El manifiesto de Westman reveló una peligrosa mezcla de ideologías extremistas.
Esta retórica apunta a una mente obsesionada con la violencia y la notoriedad, influenciada por ideologías extremistas y con trazos de odio vengativo y caos.
Simulación, planificación y autodestrucción
Westman mostró una planeación detallada del ataque. En sus escritos anticipó elementos clave del tiroteo:
- Eligió atacar durante la misa escolar, una táctica que maximiza el impacto emocional y mediático.
- Documentó los planos del templo, escribió “no escape” y mostró con satisfacción cómo se clavaba un cuchillo en el diseño del lugar mientras replicaba el dibujo a lápiz.
Conexión personal y motivaciones ideológicas
Westman tenía vínculos personales con el lugar del ataque: asistió a esa escuela y su madre fue empleada de la parroquia. A pesar de su instinto violento, no tenía antecedentes penales conocidos. Sus acciones fueron motivadas por una combinación de resentimiento, aislamiento y convicciones extremistas.