La Cámara de Representantes del Estado de Texas aprobó el cambio del mapa electoral con el que el Partido Republicano pretende obtener hasta cinco escaños adicionales en las elecciones nacionales de 2026, enviando el proyecto de ley al Senado para su aprobación final.
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La controvertida votación, que es parte del plan de Donald Trump para que su partido pueda aumentar el número de parlamentarios y evitar un triunfo de la oposición en las “midterms” de noviembre del próximo año, se pudo concretar luego del regreso de los demócratas, quienes habían abandonado el estado para evitar el quorum legal.
¿Cómo fue la votación del controvertido nuevo mapa electoral en Texas?
La nueva redistribución de distritos salió adelante en primera instancia con 88 votos a favor y 52 en contra. Los demócratas lograron demorar pero no impedir el cambio empujado por los republicanos, al que calificaron de “corrupto”, en palabras de su líder, Gene Wu, y aseguraron que llevarán la iniciativa a los tribunales.
“Quizás no vean la manipulación de distritos electorales. ”Quizás no vean la redistribución de distritos. Pero espero que vean mentira, engaño y robo. Porque esto es lo que hace la gente, gente como Donald Trump. Gente como el Partido Republicano de Texas. Cuando no pueden ganar, hacen trampa”, dijo Wu sobre un proyecto que deberá ser aprobado por el Senado antes de ser promulgado por el gobernador texano, Greg Abbott.
Los congresistas demócratas regresaron a esta sesión especial acompañados por un agente del Departamento de Seguridad Nacional, una medida impuesta por el presidente de la Cámara de Texas, Dustin Burrows, para garantizar el quorum suficiente para la polémica votación, y adoptada poco después de que las órdenes de arresto civil firmadas contra los “huidos” resultaran inaplicables fuera del estado.
La decisión de los republicanos de Texas, que saltaron el calendario tradicional de cambio de mapa electoral cada 10 años en relación al censo, empujó a los demócratas de California a tomar un camino similar con tal de anular la acción de sus rivales políticos.
Los cambios al mapa electoral, llamado “Gerrymandering” en Estados Unidos, consiste en agrupar o dividir a los votantes del partido opositor, los que suelen agruparse en zonas según sus ingresos económicos, nivel educacional y raza.