Menos de una semana después de anunciar los planes para la ocupación de Ciudad de Gaza y tomar el control militar del enclave, Israel vuelve estar en el foco de las críticas mundiales, ahora por la decisión del gobierno de ampliar un asentamiento en Cisjordania que haría inviable un estado Palestino.
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El plan, anunciado por el ministro de Finanzas, el ultranacionalista Bezalel Smotrich, significa construir más de 3 mil viviendas para conectar Jerusalén Este con el asentamiento de Maale Adumim, considerado ilegal por la comunicad internacional, reivindicando que la medida “entierra la idea de un Estado palestino”.
En la práctica, el proyecto denominado E1 duplicaría la población del asentamiento con 35.000 nuevos residentes en los próximos años y con ello cortaría la conectividad territorial de Cisjordania entre Ramala y Belén.
Por lo mismo, horas después de la conferencia de prensa de Smotrich y de jactarse de que en Cisjordania el primer ministro Benjamin Netanyahu “me deja hacer todo”, surgieron fuertes críticas de diplomáticos y líderes tanto del mundo occidental como de los países árabes.
¿Cuáles son las críticas contra la expansión del asentamiento israelí?
La Secretaría General de Naciones Unidas le pidió a Israel sobre el asentamiento considerado ilegal que “no lo haga y que detenga el avance de este proceso”. Además, recordó que la postura de la ONU sobre los asentamientos “es clara”: contravienen el Derecho Internacional y “consolidan aún más la ocupación y alejan la posibilidad de una solución de dos Estados”.
Desde la Unión Europea, la portavoz de Exteriores, Anitta Hipper, reiteró el llamado a Israel “para que detenga la construcción de asentamientos” e instó a “desistir de esta decisión, señalando sus profundas implicaciones y la necesidad de considerar medidas para proteger la viabilidad de la solución de dos Estados”.
Hipper agregó que “la política israelí de asentamientos, que incluye demoliciones, traslados forzosos, desalojos y confiscaciones de viviendas, debe cesar”, remarcando que los planes del asentamiento junto a Maale Adumim “cortará permanentemente la contigüidad territorial entre la Cisjordania ocupada y Jerusalén Este, así como la conexión entre el norte y el sur de Cisjordania”.
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En Reino Unido, país que planea reconocer el estado Palestino en septiembre, el ministro de Asuntos Exteriores, David Lammy, afirmó que el proyecto constituía una violación del derecho internacional y debía detenerse de inmediato. “El Reino Unido se opone firmemente a los planes de asentamiento E1 del gobierno israelí, que dividirían en dos un futuro Estado palestino”, dijo Lammy en un comunicado.
José Manuel Albares, el ministro de Asuntos Exteriores de España, escribió en la red social X que la decisión de Israel “ataca la viabilidad de la solución de dos Estados, única vía para la paz” y agregó que “condenamos la expansión de los asentamientos y la violencia de los colonos”.
Entre los países árabes, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores Egipto denunció a Smotrich por sus “declaraciones extremistas” y aseguró que son “una muestra de la desviación y arrogancia israelí”, mientras que Qatar, que ha mediado entre Hamás e Israel en los esfuerzos por lograr un alto el fuego en Gaza, dijo que las acciones del ministro de Finanzas israelí son una “flagrante violación del derecho internacional”.
Incluso en Estados Unidos, el principal aliado del gobierno de Netanyahu, un portavoz del Departamento de Estado comentó tímidamente que “una Cisjordania estable mantiene a Israel seguro y se ajusta al objetivo de esta administración de lograr la paz en la región”, según un comunicado remitido a Europa Press.