El Gobierno de Estados Unidos expresó este lunes su pesar por el fallecimiento del senador y precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay, quien murió en la madrugada del 11 de agosto tras permanecer más de dos meses en cuidados intensivos como consecuencia de un atentado armado ocurrido en junio en Bogotá.
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“Con profunda tristeza nos enteramos del trágico fallecimiento del senador colombiano @MiguelUribeT. Estados Unidos se solidariza con su familia y el pueblo colombiano, tanto en su duelo como exigiendo justicia para los responsables”, manifestó el secretario de Estado, Marco Rubio, a través de la red social X.
Dolor y condena internacional por el asesinato del senador Miguel Uribe Turbay
Uribe Turbay, de 37 años y miembro del partido Centro Democrático, fue atacado el pasado 7 de junio mientras participaba en un mitin político en un barrio popular de la capital. De acuerdo con las investigaciones, un presunto sicario de 15 años le disparó en tres ocasiones, impactándolo dos veces en la cabeza y una en la pierna izquierda. El menor fue capturado en flagrancia junto a otros cinco sospechosos, mientras la Fiscalía investiga a una disidencia de la extinta guerrilla de las FARC como posible autora intelectual del ataque.
El legislador fue trasladado de urgencia a la Fundación Santa Fe de Bogotá, donde fue sometido a múltiples cirugías y permaneció en estado crítico bajo estrictos cuidados médicos. A mediados de julio, los reportes médicos señalaron signos de mejoría, lo que permitió iniciar un proceso de neurorehabilitación. No obstante, el pasado sábado su condición empeoró gravemente a raíz de una hemorragia cerebral que obligó a intervenciones de urgencia. Pese a los esfuerzos médicos, el senador falleció a la 1:56 de la madrugada de este lunes.
La noticia fue confirmada por su esposa, María Claudia Tarazona, quien se despidió de él con un mensaje en Instagram: “Gracias por una vida llena de amor. Descansa en paz, amor de mi vida, yo cuidaré a nuestros hijos”. Uribe deja un hijo pequeño y tres hijas adolescentes de su esposa, a quienes había acogido como propias.
Las reacciones de pesar se multiplicaron en el ámbito político y social. La vicepresidenta Francia Márquez expresó: “Hoy es un día triste para el país. La violencia no puede seguir marcando nuestro destino. La democracia no se construye con balas ni con sangre, se construye con respeto, con diálogo”.
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El asesinato de Uribe Turbay, uno de los favoritos de la derecha para las elecciones presidenciales de 2026, revive en Colombia los recuerdos de los crímenes políticos que azotaron al país en las décadas de 1980 y 1990, cuando múltiples líderes nacionales y regionales fueron asesinados en circunstancias similares.
Desde el Centro Democrático, partido al que pertenecía, se anunció una jornada de homenaje póstumo para resaltar su trayectoria como servidor público, su firme postura en defensa de la seguridad y su compromiso con el fortalecimiento de las instituciones democráticas.
Mientras tanto, el pronunciamiento de Estados Unidos se suma a las múltiples voces nacionales e internacionales que exigen una investigación exhaustiva para esclarecer los móviles del crimen y garantizar que los responsables enfrenten la justicia.