Sube a 104 la cifra de muertos por inundaciones en Texas; 28 eran niños, incluyendo víctimas en Camp Mystic
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HUNT, TEXAS – Las inundaciones catastróficas que azotan el centro de Texas desde la semana pasada dejaron al menos 104 personas muertas, según cifras más recientes divulgadas por las autoridades. En Kerr County, la zona más afectada y sede de varios campamentos de verano, incluyendo Camp Mystic, los rescatistas recuperaron 84 cuerpos, entre ellos 28 niños.
El desastre cobró fuerza en cuestión de minutos. Las lluvias intensas provocaron una crecida súbita del río Guadalupe, que subió más de ocho metros en apenas 45 minutos. El agua arrasó comunidades completas y sorprendió a cientos de familias que no recibieron alertas a tiempo.
Uno de los episodios más trágicos ocurrió en Camp Mystic, un campamento cristiano para niñas ubicado en la localidad de Hunt. El río inundó el recinto mientras cerca de 750 menores de entre 8 y 17 años participaban en actividades. El desborde provocó la muerte de al menos 27 personas, incluyendo varias niñas y miembros del personal. Entre las víctimas identificadas figuran Lila Bonner y Eloise Peck, ambas de ocho años; Chloe Childress, consejera del campamento; y Dick Eastland, director del lugar, quien murió mientras ayudaba a evacuar a las niñas.
Los equipos de emergencia continúan la búsqueda de al menos once niñas y una consejera que permanecen desaparecidas. La Guardia Nacional, la Guardia Costera y rescatistas locales han logrado evacuar a más de 850 personas desde el inicio de la emergencia, pero temen que la cifra de víctimas siga aumentando en los próximos días.
El presidente Donald Trump declaró la zona como desastre mayor y desplegó recursos federales para reforzar las labores de búsqueda y asistencia humanitaria. El gobernador Greg Abbott advirtió que el riesgo sigue activo, ya que las lluvias persisten y los ríos continúan en niveles críticos.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió una advertencia de nivel 3 de 4 por riesgo de inundaciones para el centro de Texas, incluyendo el condado de Kerr y las cuencas de los ríos Guadalupe y Llano. Las autoridades atribuyen la intensidad del evento a un clima cada vez más extremo. Científicos señalan que el calentamiento global, impulsado por la quema de combustibles fósiles, ha multiplicado la frecuencia y severidad de este tipo de tormentas.
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La tragedia también destapó fallos estructurales en la preparación local. Desde 2018, Kerr County solicitó fondos federales para instalar sistemas de alerta temprana, pero el gobierno federal rechazó esas propuestas. Además, los recortes al Servicio Meteorológico Nacional y a la NOAA han debilitado la capacidad técnica para anticipar eventos de esta magnitud.
El impacto emocional de la tragedia recae con especial fuerza sobre Camp Mystic, una institución centenaria que forma parte de la identidad cultural del sur de Estados Unidos. Las familias afectadas, muchas de ellas con generaciones de vínculos con el campamento, enfrentan ahora una pérdida irreparable.
Las autoridades mantienen las operaciones de búsqueda y rescate como máxima prioridad, mientras cientos de personas permanecen desplazadas y decenas de comunidades intentan reconstruir lo que el agua destruyó en cuestión de horas. Texas enfrenta uno de los desastres naturales más graves de su historia reciente.