El despliegue de casi 5 mil militares en Los Ángeles ordenado por Donald Trump para contener las protestas que generaron las redadas migratorias del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés), le costarán $134 millones al gobierno de Estados Unidos.
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El domingo el gobierno de Trump, a través del Pentágono, ordenó el despliegue de 2 mil miembros de la Guardia Nacional de California, pero el lunes, pese a que no hubo grandes desmanes y protestas, se sumaron 700 marines y otros dos mil militares de la Guardia Nacional.
De acuerdo a información de The Associated Press, la presencia de marines, que llegaron este martes a Los Ángeles, habría sido ordenado para defender dependencias federales, según el general Eric Smith, y no tienen autoridad para realizar arresto.
Hegseth defiende la militarización de Los Ángeles en una tensa audiencia
Según un artículo de The New York Times, durante una comparecencia ante el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, fue duramente cuestionado por los demócratas y respaldó la decisión del despliegue.
Argumentó que las fuerzas armadas cumplen un papel legítimo en el control de la frontera y la aplicación de las leyes migratorias. Aunque en un primer momento el jefe del Pentágono evitó detallar el costo de la operación, fue su propia oficina la que, finalmente, a través de la contralora interina del departamento, Bryn Woollacott MacDonnell, reveló la cifra de $134 millones asociada a la movilización.
El operativo, que se extenderá por 60 días, representa uno de los mayores gastos recientes en uso de fuerzas militares en territorio nacional en tiempos de paz. Las autoridades federales han colocado tropas en puntos clave del centro de Los Ángeles, aunque estas han mantenido un perfil bajo durante las manifestaciones.
El uso de tropas en suelo estadounidense sigue siendo una medida excepcional y, en muchos casos, polémica. El estado de California formalizó una demanda el lunes pasado con el fin de frenar la permanencia de la Guardia Nacional y los marines en la región, alegando que no se ha justificado su intervención y que esa decisión depende del gobernador Gavin Newsom.
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Escala el enfrentamiento entre Trump y Newsom
El gobernador Gavin Newsom negó públicamente haber conversado con el presidente el lunes, como había afirmado Trump ante la prensa.
A través de sus redes sociales, Newsom lanzó un mensaje directo: “Los estadounidenses deberían estar alarmados de que un presidente que despliega marines en nuestras calles ni siquiera sepa con quién está hablando”.
Mientras tanto, el presidente volvió a advertir sobre las protestas, esta vez en relación al inédito desfile militar programado para el sábado en la capital del país, el que, además, coincide con su cumpleaños. Aunque reconoció el derecho a la manifestación pacífica, dejó en claro que las autoridades responderán con fuerza ante cualquier alteración del orden público. “Para aquellas personas que quieran protestar, se encontrarán con una fuerza muy contundente”, dijo Trump durante una declaración a periodistas.
Aunque las autoridades ya comenzaron un operativo para evitar protestas el sábado en la capital del país, la decisión del gobierno de Trump de enviar tropas a Los Ángeles generó manifestaciones en una docena de ciudades durante el lunes, incluyendo San Francisco, Dallas, Austin y Nueva York. En Santa Ana, al sur de Los Ángeles, las autoridades informaron sobre el uso de gases lacrimógenos, proyectiles de pimienta y balas de goma para dispersar a manifestantes que lanzaban objetos contra los agentes.