Según un informe, un vuelo de Southwest Airlines estuvo a solo 400 pies de estrellarse en el océano frente a la costa de Hawái después de abortar un aterrizaje debido a las condiciones climáticas.
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En un vuelo en abril, el Boeing 737 Max 8 cayó repentinamente varios cientos de pies en cuestión de segundos antes de que la tripulación de vuelo pudiera detenerse en el último segundo para evitar un accidente mortal, según un memorando que Southwest envió a sus pilotos el pasado año. semana y obtenido por Bloomberg.
Nadie resultó herido en el vuelo de pasajeros, dijo la aerolínea
El vuelo 2786 de Southwest volaba a una altitud de unos 1.000 pies después de fracasar en un intento de aterrizaje debido a las malas condiciones climáticas cuando cayó a 400 pies del mar, según datos de ADS-B Exchange, un sitio web de seguimiento de vuelos.
Cayó a un ritmo alarmante de más de 4.000 pies por segundo, según Bloomberg.
Un aterrizaje alarmante
El piloto, presa del pánico, comenzó a ascender lo más rápido posible. Estaba “subiendo y bajando con la potencia y casi fuera de control, muy cerca”, dijo al medio Kit Darby, un ex piloto de una aerolínea comercial e instructor de vuelo. “Sería como un viaje en una montaña rusa.”
El avión había despegado de Honolulu para realizar un vuelo corto al aeropuerto de Lihue. Dado el tiempo de vuelo, el capitán puso al mando al primer oficial “nuevo”, según el memorando. El piloto decidió abortar el aterrizaje cuando el avión se acercaba al aeropuerto porque las condiciones meteorológicas bloqueaban la visión de la pista.
El primer oficial “sin darse cuenta” empujó hacia adelante los controles mientras monitoreaba el nivel de empuje que se mueve según el acelerador automático del avión, según el memorando.
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Para compensar, el piloto redujo la velocidad, lo que provocó que el avión descendiera rápidamente y sonó las alarmas. El capitán ordenó al primer oficial que aumentara el empuje, lo que provocó que el avión ascendiera “agresivamente” a 8.500 pies por minuto, según el memorando.
El avión regresó a Honolulu donde aterrizó de manera segura.
Investigación
SouthWest concluyó que una mejor comunicación entre los miembros de la tripulación es vital, según el memorando. Se comprometió a revisar los datos internos y de la industria para determinar si es necesario actualizar los protocolos y la capacitación.
La FAA está investigando el incidente, según Bloomberg. El aterrador percance se produjo apenas un mes antes de que un británico de 73 años muriera cuando un vuelo Boeing de Singapore Airlines sufrió severas turbulencias el marte: se hundió 6.000 pies y provocó que los viajeros sin cinturones de seguridad se estrellaran contra los compartimentos superiores.
