No hay pruebas de que las vacunas ARNm Covid causen paros cardíacos letales u otros problemas cardíacos mortales en adolescentes y adultos jóvenes, indicó un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).
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Desde que fueron autorizadas las vacunas de Pfizer y Moderna a finales de 2020, los grupos opuestos a la vacunación de Estados Unidos han culpado a las inyecciones de problemas cardíacos mortales en jóvenes deportistas.
Desinformación
Uno de los ejemplos más notorios de desinformación sobre vacunas involucra al safety de los Buffalo Bills, Damar Hamlin, de 26 años, quien en 2023 colapsó durante un juego del Monday Night Football como resultado de un paro cardíaco. Hamlin fue reanimado en el campo y finalmente se recuperó. Volvió a jugar con los Bills la temporada pasada.
“Cuando Damar Hamlin cayó, inmediatamente se empezó a comentar que posiblemente estaba relacionado con las vacunas”, dijo el coautor del estudio, el Dr. Paul Cieslak, director médico de enfermedades transmisibles e inmunizaciones de la división de salud pública de la Autoridad Sanitaria de Oregón. “Esto es más o menos lo que intentábamos abordar con este análisis”.
Hallazgos
Los hallazgos del nuevo informe provienen del análisis de casi 1,300 certificados de defunción de residentes de Oregon de entre 16 y 30 años que murieron por una afección cardiaca o por razones desconocidas entre el 1 de junio de 2021 y el 31 de diciembre de 2022. Durante este periodo de tiempo, casi un millón de adolescentes y adultos jóvenes del estado se habían vacunado contra el COVID-19, señalaron los autores.
Los investigadores se enfocaron en las personas que habían recibido una vacuna contra el COVID-19 de ARNm de Pfizer o Moderna y murieron dentro de los 100 días posteriores a la vacunación.
De las 40 muertes que se produjeron entre las personas que recibieron una vacuna contra el COVID-19 de ARNm, tres ocurrieron en ese periodo de tiempo.
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Fallecidos por enfermedades cardiacas
En el caso de las personas menores de 35 años, las causas de los paros cardíacos no suelen estar claras. Puede deberse a defectos genéticos o a disfunciones cardíacas, como problemas en las válvulas del corazón.
Incluso con el largo período de tiempo, añadió Cooper, el análisis muestra que el riesgo de muerte súbita en adultos jóvenes tras vacunarse es significativamente menor que el riesgo de muerte súbita cardíaca por cualquier otra causa: aproximadamente 1 de cada 500,000 al año, frente a 1 de cada 100,000 al año, según sus estimaciones.
Los datos no muestran “ninguna señal de aumento de las muertes cardíacas asociadas a las vacunas de ARNm Covid”, afirmó. “Sus conclusiones son bastante razonables”.
Según el Dr. Ofer Levy, director del Programa de Vacunas de Precisión del Hospital Infantil de Boston, ninguna vacuna ha sido vinculada de forma concluyente con la muerte súbita cardíaca.
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