El sándwich es un platillo que millones y millones de niños en todo el mundo han comido por lo menos una vez en su vida; y más aún en la etapa escolar. En la actualidad, el consumo de sándwich en los adultos tiene la misma cifra alta.
PUBLICIDAD
“Esta clase de emparedado puede ser más saludable si intercambias pan blanco por integral, para aumentar consumo de fibra diario, incluir queso panela, aguacate en lugar de mayonesa y agregar verdura como espinacas, jitomate, zanahoria rayada, jamón de pavo, queso panela”, aseveró el nutriólogo Luis Martínez Delgado.
En aquellos tiempos se recuerda con frustración la sorpresa de la servilleta pegada al pan, lo deforme que se ve al sacarlo de la mochila y los golpes durante el traslado hacia la escuela que no dan tregua.
¿Cómo conservar tu sandwich?
Envuelve el sándwich en papel para hornear. Aunque empacar el sándwich en una bolsa de plástico con cierre evitará que el sándwich quede expuesto al aire, también atrapará la condensación. Además, puedes invertir en una envoltura reutilizable hecha de cera de abejas o silicona, estas opciones son ecológicas y pueden mantener tu sándwich fresco.
Empaca el sándwich en un recipiente hermético con tapa para mantenlo seguro. Dependiendo del tipo de pan que uses, la estructura de algunos sándwiches puede ser delicada. También, mételo al refrigerador si le agregaste perecederos a la receta. Colócalo en un recipiente hermético o envuélvelo antes de guardarlo en la nevera.
Para finalizar, no le pongas al sándwich nada pesado encima. Cuando lo empaques entre otros objetos, asegúrate de no poner nada pesado encima del sándwich, especialmente si no lo pones en un recipiente con tapa.
¿Reutilizar las bolsas?
De acuerdo con especialistas, para volver a utilizar las bolsas herméticas hay que considerar qué tipo de alimentos guardan en ellas.
Si se metió un sándwich, galletas o fruta, se deben lavarlas adecuadamente por dentro y por fuera, pero evitar el agua caliente: puede afectar el plástico y aumentar la posibilidad de que los productos químicos del plástico, que pudieran contener (BPA), se propaguen a los alimentos.