Una doctora de Georgia ha sido acusada de emplear fuerza excesiva durante un parto y decapitar como consecuencia al bebé, según una demanda presentada este miércoles en Atlanta.
La madre del bebé, Jessica Ross, y el padre, Treveon Isaiah Taylor Sr., participaron en la conferencia de prensa en la que sus abogados anunciaron las acciones legales contra la doctora Tracey St. Julian y el Centro Médico Regional del Sur, en el barrio de Riverdale.
Día del parto
Ross acudió el 9 de julio a ese hospital para dar a luz: “Estaban muy emocionados por el nacimiento de su primer hijo”, dijo el abogado Cory Lynch. “Desafortunadamente, sus sueños y esperanzas se convirtieron en una pesadilla, que fue encubierta por el centro”.
El centro médico dijo en un comunicado que no podía hablar del tratamiento a pacientes debido a las leyes de privacidad, pero negó las acusaciones y recalcó que sus “pensamientos y oraciones sinceros” estaban con Ross y Taylor y con su personal médico.
“Nuestro compromiso es brindar atención compasiva y de calidad a cada paciente, y esta pérdida es desgarradora”, dijo. Luego agregó que St. Julian no era empleada del hospital y que había “tomado las medidas apropiadas en respuesta a esta desafortunada situación”.
Hospital
St. Julian es parte de un grupo de atención médica llamado Premier Women’s Obgyn que tiene dos ubicaciones y ofrece circuncisiones, tratamiento de infertilidad y otros servicios de atención obstétrica de bajo y alto riesgo, según su web. St. Julian es una obstetra y ginecóloga certificada que ha practicado en Atlanta desde 2005.
Según la demanda, el bebé quedó atascado durante el parto, pero St. Julian retrasó un procedimiento quirúrgico y no buscó ayuda rápidamente. En su lugar, aplicó una “fuerza ridículamente excesiva” en la cabeza y el cuello del bebé para tratar de sacarlo, dijo el abogado Roderick Edmond, quien también es médico.
Pasaron cerca tres horas antes de que St. Julian llevara a Ross, de 20 años, a practicar una cesárea, según la demanda. Para entonces, un monitor fetal había dejado de registrar los latidos del corazón. En la cesárea se extrajeron las piernas y el cuerpo del bebé, pero la cabeza salió por vía vaginal, según Edmond.
Solicitud de cesárea
La pareja pidió una cesárea antes, cuando el bebé aún podría haber sobrevivido, pero se la negaron, dijo Edmond, que cree que el caso pone en evidencia las tasas más altas de mortalidad infantil y materna para las mujeres negras.
Ross y Taylor, de 21 años, no hablaron en la conferencia de prensa. Sus abogados también acusaron al personal de Southern Regional de tratar de encubrir la decapitación al disuadir a la pareja de que hiciera una autopsia, alentándola a incinerar a su hijo y envolviendo su cuerpo para que pareciera que la cabeza todavía estaba unida.
La demanda alega negligencia grave, fraude e imposición intencional de angustia emocional, y busca una compensación que no aparece especificada.