Al momento de conciliar el sueño rápido y de una manera saludable, mejora tu memoria, te hace más atractivo, te mantiene delgado y reduce los antojos de comida. Sin duda, protege del cáncer, la demencia, evita los resfriados , gripe, disminuye el riesgo de ataques al corazón y derrames cerebrales.
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Resultados de un trabajo de investigación de NEOM detallan que “casi el 70% de las personas encuestadas tenían problemas de sueño, y el 93% dijo que le gustaría saber más sobre cómo mejorarlo. Con las búsquedas en Google sobre ‘cómo dormir mejor’, que han aumentado en un 129% año tras año, parece que muchos de nosotros no estamos durmiendo lo suficiente”.
La falta de sueño puede afectar de modo negativo a la vida de la persona que lo sufre, provocando deterioro social, ocupacional o de otras áreas importantes. El número de horas de sueño necesarias varía de unas personas a otras. Aunque la media diaria es de siete horas y media, existe un rango que oscila entre 4 a 10 horas.
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¿Cómo conciliar el sueño?
Las consecuencias de no poder dormir lo suficiente o tener un trastorno de insomnio ya las conocemos (y sufrimos todos): cansancio, agotamiento, mal genio, dolores de cabeza, dificultad para concentrarse o recordar cosas simples, pero existen hábitos que ayudan a tener un sueño más placentero y saludable.
Hidratarse bien para contrarrestar la subida de temperaturas, centrarse en la respiración para olvidar las preocupaciones de la jornada, poner en marcha un patrón de sueño saludable, manejar el exceso de información negativa.
A la par, establecer una rutina de autocuidado, comer saludablemente y a las horas adecuadas ayudarán a estar más relajado al momento de ir a dormir.
Sin embargo, a veces, en momentos de mucho estrés o en ambientes ruidosos o incómodos, nos despertamos del todo y, por lo tanto, para quienes no tienen trastornos del sueño, despertarse por la noche puede ser una parte natural pero incómoda del sueño.
Comer bien ayuda
Mantener las comidas regulares a lo largo del día ayuda a mantener el ritmo circadiano, lo que aumenta considerablemente las posibilidades de dormir mejor y más placentero.
Tan simple como el no cumplir con los horarios establecidos para cada comida o saltarse las comidas para comer una cena más abundante no es bueno para el sueño, ya que significa que el sistema digestivo trabaja el doble.
En su lugar, procura comer comidas más pequeñas y manejables a las horas respectivas, ya que esto genera que tu cuerpo se adapte más rápido a todo el proceso.