Al igual que otros órganos, el hígado debe cuidarse. Aparte de los medicamentos, los cuales ayudan a aliviar las diversas afecciones, existen alternativas naturales que funcionan para conseguir bienestar.
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De las plantas medicinales se puede sacar provecho por una serie de bondades, aunado a la práctica del ejercicio de forma regular, al consumo de cereales integrales, proteínas magras, frutas y verduras, que enriquecen sin duda alguna la alimentación día a día.
“Una de ellas es el romero, planta a la cual se le atribuyen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antiespasmódicas y diuréticas, por lo que es muy usada para mejorar la digestión, aliviar el dolor de cabeza, favorecer el crecimiento del cabello y combatir el cansancio frecuente”, indicó el portal Tua Saúde.
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El hígado y el romero
Además de reducir el dolor de cabeza que emerge luego de ingerir alimentos en cantidad, sobre todo alto contenido de bebidas alcohólicas o grasas, el romero mejora el funcionamiento del hígado.
“Es una hierba que brinda un efecto restaurador sobre el hígado y la vesícula, reparando los daños generados por trastornos digestivos, alimentos en mal estado e intoxicaciones. Favorece la expulsión de los cálculos biliares y evita la aparición de gases y flatulencias”, según Salud Mapfre.
No obstante, “la recomendación es que no se utilice sin orientación médica en caso de que se tengan enfermedades hepáticas, pues se sabe que ejerce efecto hepato-protector, pero se requiere de mayor evidencia científica” en torno al tal tópico.
Más beneficios
Dicen que “es beneficiosa para la circulación, ya que favorece la irrigación sanguínea en el cerebro, lo cual facilita una mayor concentración y retención de conocimientos”.
Del mismo modo, “puede aliviar sensaciones de vértigo y desequilibrio por problemas puntuales de irrigación sanguínea en el cerebro. En problemas de insuficiencia venosa, como flebitis, varices y hormigueos en pies y manos, se combina con plantas que fortalezcan su acción, como la vid roja, el rusco o el castaño de Indias”, precisó el sitio virtual.
Sirve para decirle adiós a la jaqueca, reitera. “Si es de origen nervioso o digestivo, y tiene un efecto reparador, que reequilibra las funciones de los órganos que han quedado afectados después de una larga enfermedad o en situaciones de debilidad crónica o astenia”.