Nikki Haley, exgobernadora de Carolina del Sur, anunció su campaña presidencial para 2024, convirtiéndose en la primera oponente de su expresidente Donald Trump para la nominación republicana.
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Se espera que Haley, quien se desempeñó como embajadora ante las Naciones Unidas durante dos años en la administración Trump, pronuncie su discurso de anuncio en persona el miércoles en Charleston.
Anunció en redes
“Es hora de una nueva generación de liderazgo: redescubrir la responsabilidad fiscal, asegurar nuestra frontera y fortalecer nuestro país, nuestro orgullo y nuestro propósito”. Haley dijo en su video anuncio.
Haley acusó a la “izquierda socialista” de ver “una oportunidad para reescribir la historia”.
“China y Rusia están en marcha. Todos piensan que podemos ser intimidados, pateados”, dijo Haley. “Debes saber esto sobre mí: no soporto a los matones. Y cuando te relajas, les duele más si usas tacones. Soy Nikki Haley y me postulo para presidente”.
Postulación
Campaña
Haley se burló de una posible candidatura presidencial el mes pasado y dijo en una entrevista de Fox News: “Sí, debemos ir en una nueva dirección. ¿Y puedo ser ese líder? Sí, creo que puedo ser ese líder”.
Después del anuncio de su candidatura presidencial, se espera que Haley viaje a un terreno muy transitado por los aspirantes a la presidencia , incluido el viaje a New Hampshire para tres días de paradas de campaña al estilo del ayuntamiento y varios días más en Iowa después, varias fuentes confirmaron a NBC News este mes.
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Nueva generación de republicanos
Haley fue celebrada como la próxima generación de republicanos cuando se postuló para gobernadora a los 38 años, ganando como parte de una ola de candidatos antisistema del Tea Party que asumieron el cargo en 2010.
Su historia personal, como hija de inmigrantes indios, que creció en la zona rural de Bamberg, Carolina del Sur, y que enfrentó el racismo a una edad temprana, le da credibilidad a Haley en temas como la raza y el género, que los republicanos han tenido problemas para involucrar a los votantes.
Ella fue profundamente crítica con Trump durante su primera candidatura a la Casa Blanca, advirtiendo que su temperamento podría causar una guerra mundial en algún momento, pero, sin embargo, aceptó un papel en su gabinete poco después de su elección.
