En primer lugar, tiene la bondad de fuente de yodo y vitamina C. La piña se posiciona en el mundo de la nutrición por ser una planta de la familia de las bromeliáceas (Ananas sativus) que brinda varios beneficios.
Tiene la capacidad de acabar con las moléculas de proteínas. De esta manera, deja libre los aminoácidos que la constituyen, según la Fundación Española de la Nutrición (FEN).
Por cada 100 gramos solo da un aporte calórico de 50, haciendo referencia a que brinda una contribución mínima; está compuesta por un 85 % de agua
Sin embargo, mucha gente cree que la cáscara de la piña no tiene importancia, desconocen que cuenta con bondades por su alta concentración de propiedades nutricionales.
Aporte de la cáscara de la piña
Los pacientes con diabetes se ven favorecidos al consumir la cáscara de la piña. Asimismo, produce una sensación de saciedad, evita el estreñimiento, ayuda a disminuir la cantidad de colesterol LDL (malo) en sangre.
Favorece la digestión. Las propiedades bajan la producción de gases, funcionan para digerir las proteínas de origen animal; el agua y la fibra hacen que exista la movilidad gastrointestinal.
Disminuye los niveles de colesterol. Tanto el colesterol malo como los niveles de triglicéridos se reducen. Evita la acumulación en las paredes arteriales, la oxidación del colesterol, dado que es rica en vitamina C, actúa al estilo de un antioxidante.
Aprende a preparar una infusión
Ingredientes:
Miel (opcional)
1 rama de canela (opcional)
Cáscara de 1 piña
1 litro de agua.
Para realizar debes colocar a hervir. Después, luego que esté hirviendo, añade la canela y la cáscara; permite que infusione un mínimo de 10 minutos.
Más tarde, al pasar el tiempo indicado, optar por apagar el fuego y pon a reposar otros 10 minutos.
Para finalizar, cuela el contenido de piña, agrega miel y listo: la podrás tomar sin problemas.