Más allá de prestar atención al asesoramiento profesional, por falta de ganas, pereza o simplemente evitar realizar este quehacer del hogar, no se toma en cuenta el número de veces idóneo para optar por utilizar prendas de vestir sin lavar contantemente.
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Haciendo alusión a que usaba en diversas ocasiones la misma pijama, una titktoker, llamada Allison Delperdang arrancó un debate fuerte y en línea sobre lo mismo
Expresó: “Cuando era más joven, mis padres siempre nos obligaban a usar pijamas... varias noches seguidas porque no estaban sucias, y todavía lo hago como adulta”.
A tal grado, “necesito saber si, como adultos, todavía estamos haciendo eso, o debería estar literalmente haciendo ropa sucia todas las noches”, buscando la forma de generar opinión pública.
Expertos sobre lavar o no lavar la ropa seguido
“La gente tiende a lavarse en exceso y ‘sobre higiene’ a sí misma, porque especialmente en Estados Unidos, tenemos el lujo de poder hacer todas esas cosas todo el tiempo”, aseveró Anthony Rossi, miembro de la Academia Americana de Dermatología (American Academy of Dermatology).
El dermatólogo asistente del Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering en la ciudad de Nueva York confirmó que las creencias acerca de la higiene de la ropa son “sociales y culturales”, normalmente.
Usar la ropa, nuevamente en dos días, se encuentra “relacionado con evitar la fatiga de decisión, por lo tanto, usar la misma ropa implica menos decisiones que tomar y menos estrés cada mañana”, publicó CNN.
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No hay regla
Sobre cuántas veces, generalmente, se debe lavar la ropa antes de usar no existe una regla estricta. Especialistas sugieren algunos tipos por varias razones deben lavarse constantemente.
Entre ellas, ropa deportiva, medias y, por supuesto, ropa interior. La recomendación también es válida para toda la ropa con sudor, suciedad visible, manchar u olor.
Tal tipo de ropa se ubica “en una parte de nuestro cuerpo que tiene muchas bacterias naturales que viven en nuestro cuerpo, como nuestro microbioma, (levadura) y bacterias”, comentó.
Acotó: “Luego, de las actividades cotidianas, sudamos. Eso solo genera humedad y un ambiente donde esta bacteria puede crecer demasiado”.
