A lo largo de los años, diversos estudios alegan que el cerebro no se ve favorecido con la práctica de la Procrastinación. De hecho, hace que se enfrente la corteza prefrontal y el sistema límbico.
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En primer lugar, resalta la corteza prefrontal; llega a ser la parte del cerebro que regula el autocontrol y establece objetivos a largo plazo. Por otro lado, destaca el sistema límbico.
En este caso, desea inclinarse por la recompensa, el placer, la excitación en general. A gritos dice que puedes hacer otra cosa en vez de lavar los platos, por ejemplo.
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Dada esta situación, en el lugar seguro y feliz se encuentra el cerebro. Y ello solo lo logra la Procrastinación.
La Procrastinación crónica sí existe
“La mayoría de nosotros hemos postergado en algún momento de nuestras vidas. Pero, aproximadamente uno de cada cinco de nosotros somos compulsivos al respecto. Posponer tareas y quehaceres casi cada vez que pueden”, declara un video publicado en Business Insider.
“Se llaman procrastinadores crónicos y resulta que este comportamiento hace mucho más daño de lo que piensas. Lo entendemos, hacer el trabajo es difícil. Pero, cuando eliges ver la televisión en lugar de lavar la ropa o lavar los platos, acabas de lanzar una batalla total en tu cerebro”.
Innumerables análisis consiguieron que los estudiantes universitarios de pregrado que llegaron a postergar alcanzaron un GPA más bajo en la segunda mitad del semestre, esto en comparación con los no procrastinadores.
Aparte, otros informen han subrayado que los procrastinadores emergen niveles más altos de ansiedad y culpa en el momento que optan por posponer las cosas en primer lugar.
¿Con qué se relaciona?
Tanto con la depresión como baja energía, disminución de la confianza en sí mismo, está relacionada la Procrastinación crónica, según descubrimiento de investigadores.
Por la circunstancia, caerá en decadencia su calidad de vida, será peor que si solo tomara en cuenta la corteza prefrontal: puede pensar que posea un flujo de labor distinto o que bajo presión logra trabajar mejor.
Lo más ideal para preservar la salud es hacer el trabajo, sea cual sea la tarea pendiente.