Pasó octubre y con ello quedó atrás el tan festejado Halloween en toda Norteamérica y gran parte del mundo, sin embargo, en este mes de noviembre se dio detalles por parte de la NASA que los denominados “bolas de fuego de Halloween” se seguirán apreciando durante las próximas semanas debido a la lluvia de meteoritos de las Táuridas del Sur.
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Para quienes desconocen de qué trata la maravilla interestelar, las Táuridas son conocidas y se destacan por generar la mayor cantidad de bolas de fuego y, sobre todo, las más brillantes que pueden ser muy parecido e incluso confundido por el planeta Venus.

Situación atípica
Llama bastante la atención que el fenómeno se mantenga semanas después del mes de octubre, por eso, la magnitud del acontecimiento ya que por lo normal la fecha tope para su desarrollo es el 5 de noviembre. No obstante, autoridades de la NASA confirmaron que en el actual 2022 se prolongará gracias a que la lluvia incluiría un mayor número de bólidos, conocido como enjambre de Táuridas.
Robert Lunsford, coordinador del informe de bólidos de la Sociedad Estadounidense de Meteoros, explicó la importancia del evento. “Con el ritmo normal de los bólidos, alguien tendría que estar sentado fuera durante 20 horas seguidas para ver uno. Con las Táuridas, (ese tiempo) puede reducirse bastante, quizá hasta cinco horas. Y si se tiene mucha suerte, se puede salir a la calle y ver uno en pocos minutos. El momento en que aparecen es totalmente imprevisible”.

Táuridas
Esta atípica manifestación se debe a la ruptura de un cometa muy grande que data de 20.000 años atrás y dicho rompimiento generó al cometa Encke con una órbita alrededor del Sol de poco más de tres años, la más corta de cualquier cometa importante de nuestro sistema solar.
“La mayoría de las lluvias de meteoros contienen pequeños trozos de polvo. Pues bien, las Táuridas... también tienen algunas partículas grandes. Y verás, mientras la lluvia está activa, no partículas de polvo, sino partículas del tamaño de piedras pequeñas, y algunas (que) son del tamaño de una pelota de fútbol y más grandes, que por supuesto, producen bolas de fuego muy brillantes”, explicó para entender un poco más en detalle, Bill Cooke, jefe de la Oficina de Medio Ambiente de Meteoroides de la NASA.