Una profesora embarazada y dos gemelos entre los 37 fallecidos en tiroteo en Tailandia

En los escalones de una guardería, en Tailandia, lugar que fue testigo de la muerte de casi dos docenas de niños, los padres y representantes afligidos, uno por uno, pusieron rosas blancas individuales

Todos rindieron tributo a los 22 chicos que ya no están en la tierra; algunos se abrazaron en consuelo y otros inclinaron la cabeza en oración mientras.

Por su parte, una progenitora sostuvo en sus brazos la manta roja y amarilla que amaba su pequeño fallecido, a la par lloraba angustiosamente.

Culpable de tiroteo en Tailandia era representante

Aparte de atentar contra los jóvenes, el asesino Panya Khamrab acabó con la vida de una profesora embarazada y de su propia esposa e hijo en plena guardería. Se conoció que el policía despedido mató en total a 37 personas con un cuchillo y arma de fuego.

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Decenas de familiares traumatizados se juntaron en el borde de una aldea en lo recóndito de las verdes tierras de cultivo del noreste en Tailandia, en un complejo del gobierno local, fuera del vivero.

La comunidad estaba conmocionada. Para visitar con agua, pañales, comida y otros insumos, la familia de los afectados se dirigió hacia la ciudad más cercana, específicamente al hospital de Nong Bua Lam Phu, para visitar por turno en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

¿Quién era el responsable?

Además de ser representante de la guardería, el local Kamjad Pra-intr habló sobre el responsable de la masacre; afirmó que el tirador resultaba una figura familiar en la zona.

“Todo el mundo sabe quién es el tirador. Solía ser un oficial de policía. Era un buen tipo, pero más tarde todos sabemos que le gustaba la metanfetamina”, señalando directamente como culpable al hombre en conversación con AFP.

Manifestó que el sitio no es amplio y, por ello, no llega a ser fácil huir, ya que entre ellos hay comunicación constante. “Es una comunidad pequeña, así que nos conocemos y somos como una familia, conozco a tres o cuatro niños que murieron allí”.

Por la situación ocurrida, Buarai Tanontong, de 51 años, fue otro de los que quedó boquiabierto, perdió a dos nietos de tres años. “Estaba muy conmocionado y asustado. No podía dormir, no pensé que serían mis dos nietos”, expresó al lado de su hija, quien estaba sumamente devastada con el hecho.