La nueva generación de mujeres tiene el camino abierto de la construcción después que la mexicana Teresa Luna montó su propia empresa. Sin ser profesional, se ha convertido en un modelo a seguir.
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Mostró que toda persona que llegue al país con ganas de salir adelante podrá disfrutar del ‘sueño americano’ sin inconvenientes. “No terminé la escuela primaria en mi país y cuando vine aquí empecé de cero y me quedé en la preparatoria. Luego, encontré a mi esposo y nos casamos. Siempre tuvimos el sueño del inmigrante, para hacerle honor a nuestros padres que fueron los que hicieron el esfuerzo, buscando un futuro mejor”.
En entrevista con El Tiempo Latino, comunicó que piso suelo americano junto a sus seres queridos. “Vine a los Estados Unidos cuando tenía 9 años, junto con mis hermanos. Mi papá nos trajo para que tuviéramos una mejor vida”, precisó.
Teresa Luna ayuda a inmigrantes
A través de su compañía Luna Concrete INC colabora con inmigrantes; de la mano de las autoridades, contribuyen a la migración legal organizada, respaldan a otros latinos.
Tanto con residencia legal permanente como con permisos de trabajo, la empresa ha ayudado a cuatro familias de inmigrantes. Aspira colaborar con cuatro más que están en México. Esto, con el fin de incorporar a trabajar con ellos.
Luna afirmó: “Creemos en ayudar y regresar lo que Dios nos ha dado. Para nosotros todos, los empleados son como nuestra familia, hemos podido dar beneficios de salud, médicos y apoyo”.
Respaldo familiar
Recalcó la importancia de la familia para lograr todo lo que ha hecho hasta el momento. Agradeció a sus padres, suegro y esposo. Consideró que también resulta una acción alentadora para sus hijos y otros inmigrantes de América Latina.
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Se compenetró perfecto con su amado. Mientras ella manejaba el idioma inglés, él contaba los conocimientos en construcción. “No tuve estudios en manejo de empresas, ni en contabilidad, o cómo leer planos, yo solo sabía inglés y tenía el deseo de ayudar a mi esposo. Él sabía lo demás, lo que lleva hacer un trabajo, el tipo de material, la mano de obra”, reveló una de las exponentes principales de Clark Construction’s Small and Diverse Business Expo, evento que agrupó a al menos 300 corporaciones en Washington DC.
Confesó que no fue nada fácil salir adelante, puesto que trabajaba, fungía como mamá y realizaba los quehaceres del hogar, respectivamente. La empresa de Teresa Luna comenzó en su apartamento con dos habitaciones.