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Joven de Ucrania dice no sentir picor al probar varias salsas mexicanas

Rina Stadnyk ama el picante, tiene la capacidad de soportar sin medida.

A Rina Stadnyk no le pareció picante la comida mexicana.
A Rina Stadnyk no le pareció picante la comida mexicana. Foto: composición Capital.

Cuando se decide viajar como turista uno de los momentos más deseados es probar la comida del sitio, aparte de conocer lugares inolvidables. Este llega a ser el caso de Rina Stadnyk, conocida en Tik Tok como @rina_stadnyk, la joven de Ucrania que arribó a México para probar los manjares de tal país.

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Resulta que la chica se volvió viral en redes sociales luego de probar diversas salsas mexicanas, las cuales aspiraba deleitarse desde que se enteró que la gastronomía de la región soberana meridional, ubicada en América del Norte, se caracteriza por el picante, alta en ardor.

Stadnyk optó por aventurarse inmediatamente. Visitó un restaurante y pidió un clásico de la comida azteca: tacos dorados, bañados en una salsa roja, según el portal web Capital.

¿Las salsas mexicanas pican?

Para la muchacha Rina, las salsas mexicanas no picaban en lo absoluto. Por ello, le reclamó a un mesonero: “Usted me dijo que picaba y no me picó nada”, haciendo alusión a que la comida no era nada de lo que espera.

Tras ello, el trabajador del restaurante optó por buscar la forma de resolver y contentar. Entonces, le ofreció más y más picante. A la par, le mostró una de las salsas más picosas, así como una botella de habanero.

A la joven de cabello corto rubio, piel blanca, le encantó la comida que venden en el lugar. Sin embargo, no le agradó que a la comida le faltara picante cuando se está en un país que lo promueve.

Así reaccionaron los comensales

Luego de ver todo lo que tenía en la mesa la turista, los comensales no le perdieron la vista y siguieron cada paso que dio. Se centraron, específicamente, en su rostro y expresiones faciales.

Ante el sabor picante de la salsa, Stadnyk no mostró señal de molestia, incomodidad, desagrado. Al contrario, aseveró que el platillo no picaba nada, en lo absoluto.

Dado este escenario, la acción de la mujer dejó atónito a las personas que se encontraban en el lugar. La mayoría esperaba que gritara del picor, tomara agua en cantidad o, simplemente, lo echara a un lado.

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