Margarita Lemeshko, MWN
Érase una vez en el Kentucky americano, una nieta presentó a su abuela un smartphone... Ya en este punto, la historia podría haber terminado con que la anciana no es capaz de manejar una máquina tan compleja, pero no es el caso de Helen Ruth Van Winkle.
Esta insólita señora, más conocida como Baddiewinkle o Baddie Winkle, no sólo dominó el aparato, sino que se registró en las redes sociales y se convirtió en una sensación de Internet. Recientemente, la bisabuela celebró su 94 cumpleaños y fue felicitada por un ejército de fans, cuyo número supera hoy los 3,3 millones.
¿Por qué está todo el mundo tan contento con Helen? Además de ser una persona muy brillante y valiente, también es joven de espíritu y tiene un gran sentido del humor. Eso se nota sólo con leer la biografía en su perfil de las redes sociales: “Robando Ur Mans since 1928″ (Robando a tus hombres desde 1928).
El estilo de Helen también es digno de mención. Esta bisabuela rechaza por completo los convencionalismos y se pone lo que le da la gana: sudaderas con capucha de gran tamaño, minivestidos y faldas, vestidos de látex, abrigos de neón, botas de tacón alto, trajes de lentejuelas e incluso peignoirs cubiertos de plumas. Sale con chicos jóvenes, va a fiestas y festivales, asiste a eventos sociales y a premios musicales, rueda campañas publicitarias e incluso participa en colaboraciones con otras marcas.
Según la estadounidense, no intenta prolongar artificialmente su belleza.
“Algunas personas se ponen bótox, otras toman elixires vitamínicos”, escribió en sus redes sociales. “¿Yo? Soy de la vieja escuela: sol, arco iris y paz, bebé. El amor te mantiene joven”.
Ellen ahora camina con un bastón, ¡pero qué bastón es! Es rosa y está decorado con brillantes:
“Ya no salgo de casa sin mi bastón deslumbrante. Es tan bonito que no te lo puedes imaginar. Recibo muchos cumplidos por él; a todo el mundo le encanta”.
“Intenta vivir cada día como si fuera el último... Sonríe a todos los que conozcas y recibirás una sonrisa de vuelta”
— Ellen Ruth Van Winkle, bloguera.