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Activistas brasileños denuncian ante Agricultura la deforestación en el Amazonas por la importación de soja

Activistas brasileños se han concentrado ante las puertas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en Madrid para denunciar como la “agroindustria insostenible” agudiza la deforestación de las selvas tropicales y fomenta la vulneración de los derechos humanos a consecuencia de las importaciones de soja para la alimentación del ganado europeo.

GREENPEACE (GREENPEACE/Europa Press)

MADRID, 6 (EUROPA PRESS)

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Activistas brasileños se han concentrado ante las puertas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en Madrid para denunciar como la «agroindustria insostenible» agudiza la deforestación de las selvas tropicales y fomenta la vulneración de los derechos humanos a consecuencia de las importaciones de soja para la alimentación del ganado europeo.

Bajo el lema ‘Stop soja procedente de la deforestación’ varios activistas brasileños han denunciado como las importaciones de soja de la UE para fabricar piensos ganaderos y biocombustibles provocan la destrucción ambiental, no solo del Amazonas sino de otros espacios de alto valor ambiental y social como el Cerrado.

Así, afirman que la expansión del cultivo de soja en Brasil también está detrás de la violencia, el acaparamiento de tierras y la afección a la salud de las comunidades locales.

La acción de protesta forma parte de la campaña ‘No te comas el bosque’ que pretende sensibilizar sobre la violación de derechos humanos vinculada a la deforestación producida por la soja y la ganadería.

La representante de la Comisión Pastoral de la Tierra de Brasil, Valeria Pereira Santos, ha subrayado la importancia de que los consumidores conozcan que la soja importada «está manchada de sangre», mientras que André Campos ha reclamado a la Comisión Europea que mejore su propuesta para minimizar el impacto del consumo europeo en la deforestación global, así como el uso de biocombustibles, procedentes en parte de esta deforestación.

En su gira española, los activistas han comparecido ante la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo del Congreso de los Diputados y se han reunido con el diputado de Unidas Podemos Juan López de Uralde, presidente de la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico, donde se debatirá próximamente una proposición no de ley de medidas para minimizar el riesgo de deforestación y degradación de los bosques asociado a los productos comercializados en la UE, presentada por el Grupo Parlamentario Republicano (ERC).

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Asimismo, han mantenido reuniones con el secretario general de Consumo, Rafael Escudero Alday; con la Subdirección General de Política Forestal y Lucha contra la Desertificación, junto a los integrantes del grupo de trabajo interministerial para el partenariado de la Declaración de Ámsterdam.

Los activistas alertan de que la propuesta de reglamento europeo para frenar la deforestación importada, según un estudio publicado en la revista MapBiomas, dejaría al 30,5 por ciento de los ecosistemas naturales de Sudamérica sin protección, y a numerosas comunidades locales y poblaciones indígenas, sin posibilidad de reclamar sus derechos consuetudinarios de tenencia y en desamparo ante las violaciones y agresiones. El año pasado se registraron 109 muertes como consecuencia de conflictos en el campo.

La gira de los activistas forma parte de una campaña que promueve la Comisión Pastoral de la Tierra de Brasil, la Campanha em Defesa do Cerrado, Repórter Brasil, Rainforest Foundation Norway, Conselho Indígena de Roraima, Ecologistas en Acción y el apoyo de las organizaciones ecologistas Mighty Earth, WWF España, Greenpeace, Amigos de la Tierra y SEO/BirdLife.

Las ONG alertan de que las importaciones europeas, además de impulsar las emisiones derivadas del cambio de uso del suelo, la pérdida de biodiversidad y el aumento del riesgo de incendios forestales y la expansión de la agricultura en las zonas forestales tropicales, también aumenta el riesgo de acaparamiento de tierras, la violencia y otros efectos negativos hacia las comunidades indígenas y otras dependientes de los bosques.

Del total de importaciones sojeras procedentes de Brasil que llegan a la UE, el 69 por ciento proceden de dos ecosistemas especialmente valiosos y vulnerables: la selva amazónica y la sabana del Cerrado. Brasil fue en 2020 el origen de casi dos de cada tres toneladas de habas de soja importadas por España. La industria de los piensos española, con una producción de 34,5 millones de toneladas en más de 850 fábricas, es líder en la UE.

La próxima semana los activistas viajarán a Bruselas donde incidirán en la importancia de las legislaciones en las que trabajan la Comisión Europea y el Parlamento para frenar los impactos sociales y medioambientales causados por las importaciones de soja destinada a alimentación animal y su uso en biocombustibles.

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