CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Las relaciones entre España y México parecen estar lejos de la “pausa” de la que habla el presidente Andrés Manuel López Obrador y ambos países enfatizan la importancia de reforzarlas aunque el mandatario insistió en que los problemas con las empresas del país europeo persisten.
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Son “relaciones familiares, relaciones que no se van a romper nunca”, dijo el miércoles José Manuel Albares, ministro de Exteriores español en un encuentro en el Senado mexicano, durante una visita que realiza por este país.
“Vamos en búsqueda de una etapa de buena y activa relación”, indicó por su parte el canciller Marcelo Ebrard en un mensaje previo a la reunión con su homólogo.
La visita relámpago de Albares busca limar las asperezas surgidas tras las declaraciones de López Obrador en febrero, cuando apostó por hacer una “pausa” en las relaciones bilaterales porque empresas energéticas españolas habían incurrido, según el mandatario, en robos, corruptelas, tráfico de influencia y contratos abusivos en territorio mexicano durante administraciones anteriores.
El gobierno español consideró en su momento que tales acusaciones eran “injustificadas” y Albares respondió entonces que hacer una pausa no era un concepto con una traducción oficial, que esas palabras contradecían el tono de sus encuentros con el canciller Ebrard y afirmó que la relación bilateral entre los dos países, económicas, históricas, culturales “va más allá de declaraciones verbales súbitas o declaraciones puntuales”.
López Obrador, con palabras más suaves pero en la misma línea de discursos anteriores, indicó el miércoles que cuando habla de “pausa” se refiere a “reflexionar” sobre la relación que hubo “durante el periodo neoliberal porque ya no puede ser lo mismo, y lo están entendiendo muy bien”, afirmó, aunque añadió que sigue habiendo problemas con las empresas. «México no es tierra de conquista”, subrayó.
El ministro español reafirmó en varias intervenciones durante el viaje la fortaleza de los vínculos económicos y comerciales —España es el segundo inversor en México— pero en su intervención en el Senado recordó la importancia de que el país norteamericano tenga un marco legal que dé “seguridad jurídica a nuestras empresas y a la Unión Europa”, con quien México tiene pendiente actualizar su acuerdo global.
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“Toda empresa mexicana es bienvenida en España como espero que toda empresa española sea bienvenida en México», señaló en el Senado.
Más allá de las declaraciones, también preocupa la propuesta de reforma energética impulsada por el gobierno actual y que está en trámite parlamentario. Se considera que podría limitar la competencia de firmas privadas y extranjeras que han invertido en energía renovable en México con el fin de favorecer a la compañía estatal de electricidad.
Al margen del tema empresarial, otro punto de fricción durante esta administración fue cuando López Obrador instó al rey de España a pedir perdón por la conquista, declaraciones que, como las actuales, incomodaron al gobierno del socialista Pedro Sánchez, que se negó a pedir disculpas.