Militantes y simpatizantes del PSOE crean la Asociación de Feministas Socialistas para defender la agenda abolicionista

MADRID, 4 (EUROPA PRESS)

Mujeres feministas militantes y simpatizantes del PSOE han creado la Asociación Española de Feministas Socialistas con el objetivo de defender el movimiento abolicionista.

La entidad se va a presentar este sábado 5 de marzo en un acto en Madrid, en el Centro Cultural Casa de Vacas del Parque del Retiro, que estará liderado por la que será la presidenta de la asociación, la catedrática de Filosofía y Política y miembro del Consejo de Estado, Amelia Valcárcel.

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Junto a ella, Altamira Gonzalo, que presidió el Consejo Asesor de Igualdad del PSOE cuando Pedro Sánchez llegó a la Secretaría General del partido o Kiti Blat, exsubdirectora general del Instituto de la Mujer.

A través de un comunicado, esta organización apunta que «el feminismo es abolicionista» y, por tanto, «los diversos fines de la asociación girarán siempre en torno a ese núcleo de pensamiento» que considera «imprescindible para luchar contra la desigualdad todavía existente entre varones y mujeres» y con el objetivo de «alcanzar la plena transformación de la democracia en sus diferentes ámbitos social, político, económico y jurídico».

DEBATE SOBRE LA PROSTITUCIÓN

«Al mismo tiempo, será fundamental para nosotras colaborar y cooperar con otras organizaciones feministas nacionales e internacionales para repensar y defender la agenda Feminista del siglo XXI», ha indicado la asociación.

Esta iniciativa se pone en marcha casi cinco meses después de que Sánchez anunciara en el discurso de clausura del 40 Congreso Federal del PSOE su intención de prohibir la prostitución en España a través de una ley que, según se ha recogido en la ponencia marco del propio congreso socialista, debería aprobarse en esta misma legislatura.

Sin embargo, quien tiene competencias en esta materia en el Gobierno es el Ministerio de Igualdad, en manos de Irene Montero (Podemos), cuyas políticas en esta materia están creando malestar en parte del feminismo socialista, que considera que no va en defensa del abolicionismo.