MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
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El equipo legal de la periodista Elizabeth Jean Carroll, que presentó una denuncia de violación contra Donald Trump, no buscará la declaración del expresidente en su demanda por difamación, aunque sí perseguirá la prueba de ADN para determinar si a mediados de la década de 1990 violó a la columnista de moda.
La abogada de Carroll, Roberta Kaplan, ha dicho tras una audiencia ante un tribunal federal que, debido al historial de litigios del expresidente y el deseo de ir a juicio lo más rápido posible, no buscarán la declaración del expresidente Donald Trump, según ha informado la cadena estadounidense CNN.
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«Trump le está pidiendo al juez Lewis Kaplan que le permita ‘enmendar’ su respuesta a mi demanda por difamación (¡con un año de retraso!) y le conceda permiso para demandarme», ha dicho la periodista de moda en un post en sus redes sociales.
En concreto, Carroll se refería a la audiencia de este martes en Manhattan en la que el juez federal del distrito, Lewis Kaplan, ha puesto en duda la solicitud de Trump de enmendar una respuesta formal a la demanda de 2019, aunque de momento no ha pronunciado argumentos sobre el caso.
En esa solicitud, el expresidente argumenta que la demanda de Carroll viola el estatuto de Demandas antiestratégicas contra la participación pública de Nueva York, conocida como ley anti-SLAPP, que prohíbe la presentación de casos destinados a obstaculizar la libertad de expresión, según recoge Bloomberg.
Elisabeth Jean Carroll presentó en 2019 una demanda en un tribunal estatal contra el expresidente estadounidense por difamación debido a la forma en la que el magnate neoyorquino negó una primera denuncia por violación, que dijo que «ella no era su tipo» y que «lo hacía para vender».
La periodista escribió en su libro ‘¿Para qué necesitamos a los hombres?’ que Trump la agredió sexualmente en los probadores de una tienda de Manhattan a mediados de los 90. Según ella, se encontró con Trump en la Quinta Avenida de Nueva York y fueron a una tienda de lencería para comprar un regalo a una mujer, donde el expresidente la habría empujado hasta un probador y la habría violado.
Carroll dio a conocer esta historia por primera vez en este libro, publicado en junio en la edición digital de ‘The New Yorker’. Tras ello, presentó la denuncia. Carroll explicó en su momento que había dado este paso animada por el movimiento #MeToo.