No cabe duda de que Donald Trump causó un fuerte impacto en la vida púbica de Estados Unidos.

Tal fue la repercusión, positiva o negativa, del polémico empresario entre la ciudadanía del país norteamericano que a casi un año de su salida de la Casa Blanca sigue siendo un tema de conversación.

Miles de seguidores de Trump aún creen en un “robo electoral”

De hecho, miles de seguidores del expresidente se dieron cita en Florence, a 100 kilómetros de Phoenix, el fin de semana pasado.

Sin importar que estuvieran horas en un polvoriento campo de Arizona, continúan con la creencia intacta de que “fueron robados” en las elecciones presidenciales de 2020.

Los fervientes simpatizantes del magnate siguen con ese pensamiento, a pesar de que la dirección del Partido Republicano desea disuadirlos.

Fervientes admiradores

Uno de esos fans fue Jonathan Riches, quien ha estado presente en cerca de 40 mítines del expresidente, a quien considera un ídolo y defiende a capa y espada.

¿De qué trató el evento ?

Durante la cita se pudieron escuchar grandes éxitos del trumpismo: los oradores arremetieron contra el presidente Joe Biden por considerarlo un “trastornado”, contra los medios de comunicación, contra las supuestas “fronteras abiertas provocadas por el jefe del Ejecutivo”, contra las mascarillas y las vacunas para combatir el coronavirus.

Sin embargo, el tema que dominó en el evento fueron las teorías, que han sido refutadas por las cortes una y otra vez, sobre el supuesto fraude electoral y la ilegitimidad de las elecciones presidenciales de hace dos años.

A pesar de que los republicanos han tratado de dar vuelta a la página, y admitieron la derrota en las presidenciales, el discurso de los fervientes admiradores de Trump es el mismo desde hace un año.

El líder de la mionoría del Senado, Mitch McConnell, salió en la defensa de su colega, el senador Mike Rounds, que se ganó la ira de los fan de Trump, al asegurar que el expresidente perdió en las votaciones.

Aunque la opinión generalizada en el encuentro en Florence es la del “robo y fraude en las elecciones presidenciales”, lo cierto es que alrededor de 42 por ciento de los estadounidenses cree que la votación estuvo comprometida, lo que refleja que la mayoría quiere seguir adelante.