La polaridad que se vive en Estados Unidos llega a niveles de preocupación.
PUBLICIDAD
Y es que los extremos de pensamientos en cuanto a política, salud, seguridad y vida pública han llegado a “contagiar” a los colegios y las juntas escolares.
Juntas escolares, del civismo a las amenazas
Lugares donde antes se resolvían los temas con argumentos y civismo, ahora se han presenciado amenazas de muerte y acoso.
Incluso, las autoridades ya siguen de cerca este tipo de reuniones, donde las cosas se suelen salir de control.
De esta forma, la “guerra cultural” que hay en Estados Unidos encontró un nuevo frente.
En estas juntas de un puño de vecinos de un distrito que discuten asuntos, como el salario de los profesores o los servicios de aseo, los temas se empiezan a calentar hasta llegar a las ofensas y amenazas.
Una forma de protestar
Las autoridades tienen detectados distintos lugares de la nación, que se han convertido en el escenario de protestas, en ocasiones violentas, lideradas por padres en contra de la llamada “agenda tóxica”.
PUBLICIDAD
Entre los puntos que se ponen en la mesa del debate se encuentran el uso obligatorio de las mascarillas en los salones de clase, los nuevos enfoques de equidad racial en la enseñanza o las políticas para integrar a las personas transgénero.
Coronavirus y temas raciales y transgénero
Agentes de seguridad han identificado bandos; ahora es común ver a la mitad de las personas llevar cubrebocas y a la otra no, para dejar en claro con qué pensamiento concuerdan.
Además, en los últimos años, una gran cantidad de distritos, que en su mayoría son progresistas, han aprobado normativas para proteger los derechos de los alumnos transgénero y han incluido actividades para educar con términos de “diversidad, igualdad e inclusión” en temas de raza y género.
Algunas iniciativas han provocado el rechazo de los sectores conservadores, y en los últimos meses se han creado grupos de defensa del “derecho de los padres”, que han llegado a tildar de “marxistas”, “pedófilos” y “traidores” a los miembros de la junta que piensan diferente.
Action 1776 es una de esas organizaciones. Su objetivo es restablecer la Comisión 1776, creada cuando Donald Trump estaba en el poder para promover una “educación patriótica”.
“No es exacto decir que los padres están protestando contra la enseñanza sobre estos temas. Están en contra de la promoción descarada de una agenda ideológica radical que va en contra de sus valores y los valores sobre los que se construyó esta nación”, apunta Adam Waldeck, presidente de Action 1776.
En el tema del racismo, el conflicto radica en que parte de los sectores blancos creen que se les está enseñando a los niños que este grupo es inherentemente discriminatorio, mientras que las minorías sostienen que la educación es un privilegio que no pueden alcanzar todas las culturas.