No cabe duda que el coronavirus golpeó la vida de los estadounidenses.

Desde diferentes aristas, la rutina de las personas no es la misma a la que estaban acostumbrados hace cerca de dos años, cuando comenzó la pandemia.

Desde los millones de contagios y miles de fallecimientos a causa del COVID-19, pasando por la pérdida de trabajos, despidos o reducción de salarios, hasta las restricciones sanitarias, la forma de vida ha cambiado.

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Vale la pena recalcar que el país de las barras y las estrellas es el más afectado por el coronavirus. De acuerdo a la Universidad Johns Hopkins, que ha dado un seguimiento puntual a la pandemia, Estados Unidos suma más de 45 millones de positivos y 726 mil 538 defunciones por coronavirus.

Así, la enfermedad pegó en el sector de salud, pero también en el económico. Y aunque comienza a recuperarse del desastre que dejó la pandemia, lo cierto es que aún hay mucho trabajo.

De hecho, si se cumple el pronóstico de la Reserva Federal, que anticipa un crecimiento económico de 5.9 por ciento para este año, seria el más alto desde 1984.

Sin embargo, aunque el despegue económico se ha echado a andar, el camino no se encuentra despejado.

La inflación está en su punto más alto en 13 años, hay escasez de algunos productos debido a los problemas en las cadenas globales de suministro y hay menos personas dispuestas a ingresar a la fuerza laboral por miedo a contagiarse.

Todo esto ocurre mientras la peligrosa variante Delta ha seguido propagándose con fuerza, a pesar del extenso programa de vacunación que existe en Estados Unidos.

“El primer gran desafío económico es el control de la pandemia. Y para eso, tenemos que lograr que el mayor número de personas se vacune”, dijo David Wilcox, investigador del centro de estudios Peterson Institute for International Economics (PIIE) de Washington . “Si dejamos atrás los miedos que provoca el virus, se resolverán muchos de los otros problemas económicos”, sostuvo a la BBC Mundo.

Estos son algunos desafíos para la economía del país más poderoso del mundo:

Inflación

Uno de los grandes debates que existe ahora en EU es la inflación. El último dato indica que en septiembre los precios escalaron a una tasa anual de 5.4 por ciento, la mayor en 10 años.

La Reserva Federal insiste en que el alto nivel de la inflación es un fenómeno transitorio, pero otros especialistas piensan que podría tratarse de un problema más largo.

La gente siente este conflicto en el bolsillo con el incremento en los precios de alimentos, vivienda y gasolina, entre otros.

Escasez de productos

El consenso entre los expertos del área es que la denominada “crisis de los contenedores” no estará completamente resuelta hasta el próximo año, aunque algunos creen que se solucionará a inicios de 2023.

El presidente Biden anunció que el Puerto de Los Ángeles comenzará a operar 24/7, como un plan para facilitar el flujo de mercancías.

Uno de los grandes problemas es que muchas compañías no pueden importar sus productos, ya sea porque no consiguen espacio en los buques de carga o porque no pueden pagar precios insólitamente altos por el transporte de los mismos.

Mercado laboral

Los ciudadanos de EU están renunciando a sus trabajos con un ritmo acelerado hasta un récord que llegó a 4.3 millones de personas en agosto pasado, casi 3 por ciento de la fuerza laboral.

Aunque los abandonos se dan en distintos niveles, se ha hecho más evidente en aquellos en los que las remuneraciones son más bajas y las personas se encuentran más expuestas a contraer el coronavirus.

De hecho, algunas grandes empresas como Walmart o Target ofrecían un aumento salarial e incentivos como el pago de estudios superiores en algunos centros educacionales.

El récord de personas que renuncian a sus trabajos sugiere que los salarios aumentarán a una tasa anual de entre 4 y 4.5 por ciento, escribió Michael Pearce, economista de la firma de análisis Capital Economics en Estados Unidos.