Científicos han encontrado recientemente una nueva forma de combatir la obesidad. Se trata de un medicamento llamado semaglutida, que se utiliza para tratar la diabetes de tipo 2. El nuevo estudio STEP-1, publicado en la revista New England Journal of Medicine, confirma que las personas que recibieron una dosis semanal inyectable del mismo, siguieron una dieta y realizaron ejercicio registraron una pérdida de peso media de 15 kg durante los 15 meses que duró el ensayo.
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«La semaglutida es una inyección que se administra una vez por semana. Funciona imitando una de las hormonas naturales del organismo, el péptido 1 similar al glucagón (GLP1). Se libera en los intestinos cada vez que comemos y tiene dos funciones: indicar al páncreas que produzca insulina para controlar las subidas de azúcar en sangre después de comer, e indicar al cerebro cuándo hemos comido lo suficiente. Es una de las razones por las que nos sentimos llenos después de comer», explicó a Metro John Wilding, jefe de investigación clínica en obesidad, diabetes y endocrinología de la Universidad de Liverpool e investigador principal del ensayo en el Reino Unido.
Según los expertos, este descubrimiento podría suponer un cambio en el tratamiento de la obesidad. Y es que los efectos del ensayo han permitido perder más del doble de peso que con otros medicamentos para la obesidad, aunque no tanto como con la cirugía bariátrica.
Wilding añadió: «No obstante, más de la mitad de las personas tratadas perdieron al menos el 15% de su peso corporal. Esto es impresionante y también se asoció a una reducción del azúcar en sangre, una disminución de la presión arterial, una reducción de las grasas en sangre y una mejor calidad de vida».
La nueva investigación ha recibido comentarios favorables de los especialistas.
«El estudio estuvo muy bien realizado. No hay razón para cuestionar estos resultados. Dada la naturaleza del estudio, esta diferencia puede atribuirse directamente a un efecto del tratamiento con semaglutida. Un reto particular en los ensayos de pérdida de peso es el seguimiento de todos, para asegurarse de que no sólo los muy motivados permanecen al final. Este ensayo consiguió seguir al 90% de los participantes, lo cual es lo mejor que se puede conseguir», explicó el Dr. Baptiste Leurent, de la London School of Hygiene and Tropical Medicine.
A pesar de los alentadores resultados, la semaglutida aún no está autorizada para su uso como tratamiento de la obesidad, pero los investigadores creen que pronto podría ser posible.
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«Los resultados de éste y otros ensayos se han presentado a las autoridades reguladoras tanto de Europa como de EE.UU., por lo que es posible que se obtenga a finales de este año», concluyó Wilding.
2.000
personas participaron en el ensayo STEP-1.
32
Porcentaje de personas a las que se les administró semaglutida que perdieron una quinta parte de su peso durante el periodo de estudio.
«El fármaco actúa haciendo que las personas se sientan llenas más rápido cuando comen, por lo que ingieren comidas más pequeñas y, por tanto, pierden peso».<br>John Wilding,<br>líder de la investigación clínica en obesidad, diabetes y endocrinología de la Universidad de Liverpool, Reino Unido.
Datos sobre la obesidad
Según los datos más recientes de la Organización Mundial de la Salud, la obesidad ha alcanzado ya proporciones epidémicas en todo el mundo. Al menos 2,8 millones de personas mueren cada año a causa de la obesidad o el sobrepeso.
El problema sigue creciendo y se ha magnificado con el tiempo. Entre 1975 y 2016, la prevalencia mundial de la obesidad casi se ha triplicado, pasando del 4% a más del 18%.
La semaglutida, de la que se ha confirmado que ayuda a combatir la obesidad, actúa interfiriendo en el sistema de regulación del apetito del propio organismo en el cerebro, lo que provoca una reducción del hambre y de la ingesta de calorías.
ENTREVISTA

Rachel Batterham
catedrática de obesidad, diabetes y endocrinología del University College de Londres, autora principal del estudio STEP-1
P: ¿Por qué decidió investigar la semaglutida como tratamiento de la obesidad?
- Cuando comemos, nuestro tracto gastrointestinal libera varias hormonas en la sangre que indican a nuestro cerebro que hemos comido y también cuánto hemos comido. Estas hormonas se denominan hormonas intestinales y desempeñan un papel fundamental en el control del peso corporal y del azúcar en sangre. Sabemos que las personas con obesidad tienen niveles bajos de algunas de estas hormonas en la sangre y esto significa que la señal de «has comido» es menos fuerte. La semaglutida se basa en una de estas hormonas intestinales naturales, el péptido-1 similar al glucagón (GLP-1).
P: ¿Podría su descubrimiento cambiar las reglas del juego en la lucha contra la obesidad?
- La obesidad provoca muchas enfermedades graves, como las cardiopatías, la diabetes de tipo 2 y ciertos tipos de cáncer, y hace que las personas mueran a una edad más temprana. La pérdida de peso puede conducir a la resolución o mejora de las enfermedades relacionadas con la obesidad, pero la cantidad de pérdida de peso necesaria para ello es del 15% del peso corporal total o más. Los cambios en el estilo de vida conducen por término medio a una pérdida de peso del 5% y los tratamientos médicos actuales a alrededor del 8%, por lo que no es suficiente. Actualmente, el único tratamiento para las personas con obesidad grave (IMC de 35 o más) es la cirugía bariátrica de pérdida de peso. En el ensayo, más de la mitad de las personas tratadas con intervención en el estilo de vida y semaglutida 2,4 mg perdieron el 15% o más de su peso corporal y más de un tercio de las personas tratadas con intervención en el estilo de vida y semaglutida 2,4 mg perdieron el 20% o más de su peso corporal. Este grado de pérdida de peso mejorará notablemente su salud.
P: ¿Hay efectos secundarios?
- Todos los medicamentos tienen efectos secundarios, por lo que cada decisión de tratamiento debe tener en cuenta el riesgo de tomar un fármaco frente a los beneficios para la salud. Las náuseas y la diarrea fueron los efectos adversos más frecuentes de la semaglutida.
Tres tratamientos revolucionarios contra la obesidad
Biorreactor
La empresa emergente Ardent Cell Technologies está trabajando en un biorreactor que transforma el tejido adiposo blanco en tejido adiposo marrón para ayudar a las personas con sobrepeso a quemar los kilos de más. El tejido transmutado aumentaría el metabolismo y ayudaría a perder peso sin necesidad de hacer dieta o ejercicio.
Fármaco que funde la grasa
Científicos de la rama médica de la Universidad de Texas en Galveston están desarrollando un nuevo fármaco para perder peso que quema la grasa sin suprimir el apetito, según un estudio publicado en la revista Biochemical Pharmacology.
Cápsula de balón
Un balón gástrico que entra en el cuerpo a través de una píldora ingerida y que, por tanto, no requiere cirugía, se ha convertido en una opción popular para perder peso en varios países.