Por segunda noche consecutiva, manifestantes del movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan) protestaron por el abuso que policías blancos han cometido al asesinar a personas afroamericanas, especialmente cuando se encuentran desarmadas o no ponen resistencia a la detención.
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Este fue el caso de Keith Lamont Scott, de 43 años.
Esta semana falleció al ser ultimado por oficiales en el estacionamiento de una zona residencial.
Aunque la versión oficial asegura que Keith Lamont Scott estaba armado; sin embargo, los familiares rechazan esta hipótesis y sostienen que el hombre solamente tenía un libro mientras esperaba a que su hijo llegara de la escuela.
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Este incidente y las versiones encontradas del mismo, provocaron que desde hace dos días haya diversas protestas en la ciudad. Hoy, Pat McCrory, gobernador de Carolina del Norte, declaró Estado de Emergencia en el estado.
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Los manifestantes exigen que se publique el video de las cámaras corporales que los policías deben de tener en sus trajes; esto, con el fin de esclarecer lo ocurrido. Sin embargo, Jennifer Roberts, alcalde de la ciudad, informó que analizará la cinta, pero no hay intensiones de que vea la luz.
Todo esto provocó protestas anoche, las cuales se caracterizaron por su nivel de violencia. A tal grado que se reportó una persona severamente herida. Inicialmente se reportó que había muerto.
Entre los videos que demuestran el nivel de tensión que se vivió ayer, está el siguiente que muestra cómo fue atacado un reportero de CNN mientras transmitía en vivo.
https://twitter.com/America_1st_/status/778781429295702016
Por otro lado, también un camarógrafo fue agredido y varios manifestantes intentaron arrojarlo a una fogata improvisada. Fue rescatado por las autoridades.
Se espera una tercera noche de protestas
Este jueves las fuerzas de la Guardia Nacional fueron desplegadas en la ciudad. Aunque las autoridades hicieron un llamado para la contención y prometieron una investigación «completa y transparente«.
Aún no se ha contemplado declarar el toque de queda. Sin embargo, en caso de que la violencia escale, las autoridades tomarán este recurso.
Así lo confirmó Kerr Putney, jefe de la policía local, en una rueda de prensa: «No vemos en estos momentos la necesidad de cerrar completamente la ciudad».