La madrugada del 2 de marzo de 2006 la vida le cambió a Diego Santoy Riveroll, conocido como el “Asesino de Cumbres”.
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Durante esa velada, Diego entró al domicilio de su pareja sentimental, Erika Peña Coss, y asesinó con saña a dos menores de edad, de siete y tres años.
Diego Santoy, el «Asesino de Cumbres»
El doble homicidio sucedió en la residencia ubicada en la calle Montes Casino, de la colonia Cumbres, en Monterrey, Nuevo León.
Las declaraciones en el juicio apuntan a que Santoy acudió al domicilio de su novia para platicar, pues no quería que su relación terminara.
Después de tres años juntos, Erika ya no estaba contenta con Diego; incluso, confesó que él era un hombre agresivo, posesivo y celoso.
La gota que derramó el vaso en la relación fue cuando Santoy le robó un celular a Teresa Coss, madre de Erika; incluso, intentó regalárselo a su novia, pero ella se dio cuenta de lo sucedido.
En la madrugada que ocurrió el asesinato, la versiones indican que Diego ingresó al domicilio con un pasamontañas y guantes de látex.
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Trepo las paredes para ingresar a la casa. Una vez dentro, buscó la habitación de su novia, discutió con ella y comenzó a enfurecerse.
Santoy, ante la negativa de su pareja, habría asesinado a su hermana de tres años, María Fernanda Peña Coss, y a Erick Azur, de siete años de edad.
Antes de huir del domicilio, trató de degollar a Erika, secuestró a la empleada domestica y huyó con su hermano.
Tras cuatro días de búsqueda fueron localizados en Oaxaca, mientras intentaban subirse a un autobús con rumbo a Guatemala.
Luego de recuperarse, del corte que sufrió en el cuello, Peña Coss aseguró que su expareja era el culpable del asesinato de sus hermanos, como venganza por no querer volver a enrolarse con él sentimentalmente.
Sin embargo, el caso dio un giro inesperado, cuando Santoy confesó que Erika fue cómplice en el homicidio; incluso, afirmó que ella siempre había odiado sus pequeños hermanos.
“Es algo muy feo que viví, algo con lo que tendré que pasar toda mi vida. Llegué a casa de Erika, estuvimos en su cuarto, platicando un rato. Bajamos a la cocina, llegó su hermano, se suscitó un problema con su hermano y Erika lo acuchilló. Ella estaba cansada, harta, respecto a la situación de sus hermanos menores. Esto pasó en la lavandería. Erika estaba fuera de sí, me daba miedo, no la reconocía. Se veía muy alterada, llena de odio.
Pese a que Diego señaló en constantes ocasiones a su expareja, las autoridades desestimaron su declaración, por lo que el 11 de octubre de 2010 fue condenado a 138 años de prisión, por los delitos de homicidio calificado.
Sin embargo, hace algunos días se redujo la condena de Diego, pues su parte defensora apeló el caso, por lo que estará 71 años preso.
Además, tendrá que pagar la suma de 337 mil pesos, como reparación de daños a los afectados.
Tiene club de fans
Pese a todo lo ocurrido, un sector de la población se hizo fan de Diego Santoy, al grado de que tiene un club de seguidores.
Incluso, se casó con la líder de su grupo de animación y tuvo un hijo en la cárcel.