Un cambio en la administración de la presidencia de Estados Unidos influirá colateralmente con México, en temas de inmigración y, en específico, en la construcción del muro fronterizo del que tanto habló Donald Trump.
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Desde su campaña para llegar a la Casa Blanca y aún como mandatario, el magnate fue enfático en contener la inmigración ilegal a su territorio mediante fuertes restricciones.
Estas iniciativas tendrían un giro de 180 grados cuando Joe Biden asuma el poder en enero del próximo año.
Y es que el virtual presidente tiene otras ideas y una postura completamente diferente a la del actual mandatario.
“No se construirá otro pie (30.48 centímetros) de muro en mi gobinero. Voy a asegurarme de que tengamos protección fronteriza, pero se basará en que utilicemos la capacidad de alta tecnología para enfrentarla”, aseguró el demócrata para la Radio Pública Nacional a principios de 2020.
La ideología de Biden también supondría el retiro de las tropas de la Guardia Nacional que Donald Trump mandó a la frontera del sur, con la intención de apoyar al Departamento de Seguridad Nacional, de acuerdo al medio digital «Político».
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Se debe recordar que el magnate recalcó en varias ocasiones que “México pagaría por la construcción del muro”, pero la partida presupuestaria para la obra fue una fuerte batalla para los republicanos.
En realidad, el elevado costo hizo que los legisladores se opusieran a votarlo, pues antes pensaron en resolver otros problemas como el desempleo o, más recientemente, el coronavirus.
Poco avance en el muro
El avance del muro en la administración del empresario fue mínimo. De principios de año a octubre pasado se hicieron 300 millas de la nueva construcción y se esperaban 450 millas para finales de año, pero Biden y su partido se han opuesto.
“Su obsesión de Trump con construir un muro no hace nada para mejorar los retos en seguridad, y les cuesta a los contribuyentes billones de dólares. La mayor parte del contrabando viene a través de nuestros puertos de entrada legales. Se estima que cerca de la mitad de los indocumentados se quedaron después de que expirara su visa, y no cruzaron ilegalmente la frontera”, se lee en el “Plan de oferta para asegurar nuestros valores como nación de inmigrantes”, en el sitio web de Biden.
Aunque el demócrata ha prometido reformas migratorias más humanitarias, es criticado por los cerca de tres millones de deportados que se dieron en la administración de Barack Obama, cuando fungió como vicepresidente.
