En la Temporada 2020 de la NBA, LeBron James jugó a uno de los niveles más altos en su carrera, lo que le valió el título a los Lakers de Los Ángeles.
Pese a que la pandemia por coronavirus invadió el año deportivo, el “Rey” se mantuvo a tope físicamente, todo gracias al plan de entrenamiento físico que tiene el jugador.
LeBron James invierte 1 mdd en su físico por temporada
A sus 36 años, LeBron sabe que un descuido lo podría condenar, y llevarlo al retiro de las duelas.
Por tal motivo, año con año invierte más de un millón de dólares, para tener a tope su cuerpo y así competir de tú a tú en la liga de basquetbol estadounidense.
Todo el gasto que genera se reparte en máquinas de gimnasio, fisioterapeutas, así como un equipo de entrenadores personales, que le ponen rutinas para mantener su musculatura.
James tiene un gimnasio similar al que tiene los Lakers en su casa, además, cuenta con una máquina hiperbárica y de crioterapia.
A eso se le suma todo un equipo de personas que trabajan para él, integrado por cocineros, fisioterapeutas; incluso, un preparador físico, que todos los días está pendiente a los cambios que tiene el basquetbolista.
El culpable de todo su esplendor es Mike Mancias, su entrenador personal, que día con día trabaja a tope para lograr exprimir lo mejor de James.
Mike es graduado en Health Education en la Universidad de Texas-Pan American; de hecho, comenzó su carrera trabajando para el equipo masculino de su instituto.
Su deseo de transcender lo orilló a buscar a otros entrenadores, precisamente de la NBA, para que lo aconsejaran y fueran parte de su desarrollo.
El momento de brillar se dio en 2001, cuando Tim Grover, preparador físico de los Wizards de Washington, lo llamó para pedirle ayuda, ya que Michael Jordan regresaría a la duela.
Mike Mancias, el culpable de los éxitos de LeBron
Ahí, Mancias comenzó a trabajar con atletas de primer nivel, lo que lo ayudó a aumentar su conocimiento en el desarrollo de nuevas técnicas de trabajo.
Su labor fue tan bueno que Jordan le redactó una carta de recomendación, la cual meses después enmarcó.
En 2005, Mike fue contratado por los Cavaliers de Cleveland, en donde se dedicó en especifico al tratamiento de lesiones; de hecho, fue ahí donde conoció a LeBron, con quien en 2008 comenzó a trabajar como su preparador físico personal.
La pandemia por COVID-19 significó un gran reto para Mike y LeBron James, ya que la estrella de Los Ángeles no podía frenar de golpe su actividad física.
Por tal motivo, pusieron manos a la obra, elaboraron un plan de desarrollo físico y explotaron el tiempo muerto que tuvo el “Rey”.