Estilo de Vida

Gana casi $ 32 mil al mes por ser la doble de Meghan Fox

Taylor Ryan contó que gana una gran cantidad por su trabajo "duro" de ser la doble de la actriz Meghan Fox.

Una joven contó que gana casi 32 mil dólares al año, laborando como la doble de Meghan Fox, un trabajo que calificó como “muy duro”, ya que requiere mucho tiempo para actuar como la artista y por momentos, para cumplir las peticiones de sus clientes.

La Vanguardia publicó que la doble es Taylor Ryan, de 26 años, quien reside en Exeter, Inglaterra, donde dejó su trabajo como camarera en 2020 para dedicarse a ser la doble de famosos. Además de esto, abrió una cuenta Onlyfans, pero como sus clientes y amigos le insistían en que se parece a Meghan Fox, ella decidió centrarse en imitar más a la actriz, lo que provocó un aumento de sus seguidores en Onlyfans.

“Alguien me pidió que me pusiera la misma ropa que Megan Fox -un sujetador y unos pantalones cortos vaqueros- para inclinarme sobre el capó y abrirlo”, relató Taylor, según se lee en el citado medio, que indicó que por eso, le pagaron 300 dólares.

La joven expresó que su parte favorita de ser la doble de Fox es cuando se está alistando para simular su look. “Me pongo música y me tomo un café sobre la marcha: la parte de arreglarme me gusta mucho”, dijo.

Horas de trabajo como la doble de Meghan Fox

Para quienes crean que su labor es fácil, la joven expuso que ocupa entre nueve y 13 horas trabajando como la doble de Meghan Fox. Como todo trabajo, requiere de tiempo y esfuerzo, pues antes de su imitación, tiene que arreglarse y ensayar sus gestos para parecerse más a la actriz.

“Si me hacen algún encargo el fin de semana, también lo hago, así que es una vida bastante ajetreada”, refirió.

Taylor confesó que fue diagnosticada con autismo, pero que esto no le ha afectado en su trabajo. No ha ocultado su condición a sus clientes, sino que se los deja claro y les explica que debido a su autismo, deben ser claros al momento de hacerle alguna solicitud, ya que de lo contrario, ella no podría entenderles.

“A veces soy bastante ofensiva. Pero ahora tengo una excusa: no soy yo, ¡es el autismo!”, manifestó Taylor.

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