Unos nuevos medicamentos experimentales diseñados para reducir niveles peligrosos de colesterol demostraron ser seguros y eficaces en dos investigaciones innovadoras presentadas durante una reunión anual de la Asociación Estadounidense del Corazón.
Ambos fármacos son para personas que nacen con una predisposición genética al colesterol alto. Y es que, si bien los medicamentos como las estatinas, así como la dieta y el ejercicio, pueden ayudar a estas personas a controlar el colesterol, no pueden cambiar la causa genética subyacente.
Nuevos tratamientos
Los dos nuevos enfoques funcionan de diferentes maneras, pero con una misión singular: trabajan con los genes responsables del aumento del colesterol para cambiar la trayectoria del riesgo de una persona de sufrir un ataque cardíaco y un derrame cerebral.
Ninguno de los tratamientos se había probado antes en humanos. Y ambos necesitarán años de investigación adicional antes de que la Administración de Medicamentos y Alimentos considere su aprobación. Aun así, los expertos dijeron estar impresionados con los resultados.
Cambio en un gen
Uno de los tratamientos, de Verve Therapeutics, con sede en Boston, utiliza un enfoque de edición de genes llamado edición de bases. Se trata de una infusión intravenosa de un fármaco que se dirige al gen PCSK9, el cual desempeña un papel decisivo en la producción de LDL, a menudo llamado colesterol “malo”.
Cuando el fármaco se concentra en PCSK9, realiza un pequeño cambio en el gen. El efecto es similar al de un borrador permanente, que elimina su capacidad de aumentar el colesterol, explicó el doctor Sekar Kathiresan, cofundador y director ejecutivo de Verve.
En teoría, el tratamiento, de una sola aplicación, debería durar toda la vida. Pero hasta ahora los pacientes sólo han sido seguidos durante seis meses.
El estudio preliminar de Verve, tenía como objetivo probar la seguridad del fármaco. Participaron diez pacientes. La mayoría recibió dosis que no produjeron una diferencia mensurable en sus niveles de LDL, o colesterol malo, pero que resultaron ser seguras.
Sin embargo, a tres pacientes se les administraron dosis más altas y sus niveles de colesterol LDL se redujeron a más de la mitad. Se necesitarán estudios adicionales para garantizar que el tratamiento siga siendo seguro, sin efectos secundarios inesperados y eficaz.
La investigación de Verve se limitó a personas con una condición genética llamada hipercolesterolemia familiar heterocigótica, en la que los niveles de colesterol están por las nubes desde el nacimiento. Muchas personas afectadas sufren ataques cardíacos a edades tempranas, entre los 30 y los 40 años.
Segunda opción
También se presentaron los resultados de una segunda terapia novedosa.
Los resultados, aunque tempranos, ofrecen una visión prometedora de lo que podría ser el primer tratamiento para un tipo de colesterol particularmente peligroso llamado lipoproteína (a).
Las personas con niveles altos de Lp(a) tienen un riesgo extremadamente alto de que se acumulen grasas y colesterol en las arterias. Esto se debe a que la Lp(a) se adhiere al colesterol LDL, lo que hace que esas partículas de LDL sean aún más pegajosas y más propensas a causar placa.
Es como agregar pegamento a la cinta adhesiva. Y es puramente genético, lo que significa que las personas nacen con este riesgo elevado. La dieta y el ejercicio no tienen ningún impacto sobre los niveles de Lp(a).
“Es esencialmente intratable”, afirmó el autor del estudio, el doctor Steven Nissen, director académico del Instituto del Corazón, Vascular y Torácico de la Clínica Cleveland. “La única manera de atacar ese factor de riesgo genético es encontrar una manera de interferir con el producto del gen”.
Nissen y sus colegas utilizaron un enfoque novedoso para corregir la forma en que actúa ese gen. Usaron un fármaco llamado lepodisirán, que se dirige al ARNm. Si esto le suena familiar, debería serlo: la mayoría de las vacunas contra el Covid utilizan ARNm para incitar al cuerpo a producir un anticuerpo contra el SARS-CoV-2.
En este caso, el ARNm le indica al cuerpo que produzca Lp(a). Y el medicamento evita que esto suceda, esencialmente atacando al mensajero.
Medicamento seguro
El estudio de Nissen estaba destinado a probar la seguridad del lepodisirán. Era pequeño, e incluía sólo a 48 adultos en Estados Unidos y Singapur. Todos tenían niveles muy altos de Lp(a). En general, se encontró que el medicamento era seguro y no presentaba efectos secundarios importantes, afirmó Nissen.
Pero también redujo drásticamente sus niveles de Lp(a). El estudio encontró que una sola inyección de lepodisiran redujo la Lp(a) en más del 94% durante casi un año.