Somos buenos amigos, familiares y parejas cuando estamos comprometidos con el otro y su bienestar. Al final del día, estos vínculos nos ayudan a sentirnos parte de nuestro entorno. Pero ¿qué pasa cuando sacrificamos nuestro bienestar y necesidades propias por complacer los deseos de otra persona?
“Cuando comprometes quién eres y lo que necesitas, complacer a la gente ha cruzado la línea de amable y generoso al abandono de uno mismo”, explica la psicoterapeuta Sharon Martin al portal Psychology Today.
Señales de que una persona es complaciente
El especialista compartió con este portal de psicología, algunas formas de identificar a las personas complacientes y como contrarrestar esto.
1. Quieres gustarle y caerle bien a todo el mundo.
Esto es imposible. Tienes que enfocarte en vivir tu propia y no actuar en función de los demás.
2. Te disculpas demasiado y le temes al conflicto.
Evadir los conflictos solo alarga más los conflictos.
3. Te sientes culpable o mala persona si pones límites.
Poner límites es saludable ya que de esa forma estás poniendo en primer lugar tus necesidades.
4. Dejas que las personas se aprovechen de ti.
Al respetar lo que eres y lo que quieres, evitarás que otros se aprovechen de ti.
5. Piensas que el cuidado personal es opcional.
Debes darte tu justo valor para que cuidar de ti mismo sea una prioridad.
6. Tienes altos estándares para ti mismo.
No eres un robot. Eres humano y estás haciendo lo mejor que puedes con lo que tienes.
7. Te pones de último siempre.
Darte tu justo lugar es un signo de amor propio. No permitas que los demás pasen por encima de ti.
8. Eres muy sensible a las críticas.
Al estar muy seguro de lo que eres, no permitirás que las críticas te derrumben.
9. Piensas que tus sentimientos, necesidades, opiniones e ideas no son importantes como las de la otras personas.
10. Deseas que las personas puedan considerar tus sentimientos y emociones algunas veces.
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