No es de extrañar ver a mujeres mayores a quienes les encantan los hombres jóvenes. Es un tipo de atracción que tiene sus razones físicas y psicológicas, ya que después de los 40 años, las féminas están en un punto óptimo de su madurez y quieren disfrutar de toda la energía sin ningún tipo de estrés.
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El psicólogo Antoni Bolinchez explicó a El Mundo que las mujeres alcanzan la madurez emocional a los 40 años y los hombres a los 50.
En el portal GQ destacan que las mujeres maduras son más plenas para decidir lo que quieren, cómo lo quieren y con quién.
“Ellas buscan también a un tipo libre de prejuicios y con un equipaje emocional mucho más ligero que el de los mayores”, expresa el referido medio.
Aunque la psicóloga Wendy Rodríguez expuso a GQ que “no es cierto que las mujeres mayores prefieran a los hombres jóvenes. Lo que sucede es que todos los seres humanos tendemos a admirar la belleza y a todos, sin que importe el sexo, por lo que nos puede resultar gratificante y halagador que alguien más joven comparta una parte de nuestra intimidad”.
¿Por qué?
El portal Salud180 enumera ocho razones por las que una mujer mayor está con un hombre más joven que ella.
Entre los motivos están:
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1 Buscan una relación más fresca y ligera, sin el estrés y las cargas que tienen los hombres mayores
2 Desean la potencia sexual sin ataduras, ni dependencias.
3 Quieren a alguien con quien compartir y no a alguien a quien tener que atender
4 Prefieren salir y divertirse, algo que hace un hombre joven.
5 Se cuidan y se arreglan más porque están conscientes de que tienen competencia, pero esto no les afecta, ya que se sienten seguras de cómo enfrentarlas debido a que tienen experiencia.
6 Les gusta el atractivo de la juventud
7 Son mujeres económicamente independientes y no se preocupan por el matrimonio.
8 Quieren cariño, creatividad y detalles.
En definitiva las mujeres maduras a quienes les gustan los hombre más jóvenes, es porque les atrae la diversión y lo placentero de la sexualidad que ellos les brindan, sin ataduras. Están con ellos en un punto en el que se sienten plenas y muchas sienten que después de tanto trabajo con el hogar y los hijos, ahora, son ellas quienes merecen disfrutar.
