Un protector solar es indispensable para evitar que tu piel se maltrate por el sol. Puedes limpiar tu cara y cuidarla con miles de mascarillas, pero si no la cuidas de los rayos solares, tendrás un envejecimiento prematuro inminente.
En el mercado, hay toda una gran variedad de productos que pueden adquirirse para protegerse de los rayos del sol. Hay protectores solares de distintos niveles que van de 30 % a 100 %, aunque hay quienes concuerdan que no es necesario comprar el de máximo nivel, sino que uno de 50 % es suficiente.
Sin embargo, si tu preferencia es optar por lo natural, hay protectores solares caseros que protegen muy bien, y lo mejor: sin químicos que pueden dañarte. Lo ideal es usarlo cada mañana al salir de casa y retocarse cada seis horas.
¿Cómo hacer un protector solar casero?
Aceite de coco y de oliva
El portal Mejor con Salud recomienda el protector solar con aceite de coco y aloe vera. Sus ingredientes son:
-½ taza de aceite de oliva (110 ml)
-¼ de taza de aceite de coco (55 ml)
-¼ de taza de cera de abejas (50 g)
-Dos cucharadas de óxido de zinc (20 g)
-Unas gotas de aceite esencial del aroma que más te guste.
Se mezclan los aceites con la cera de abejas y luego se agrega el óxido de zinc. Seguidamente, se coloca en baño de maría. Cuando esté viscoso y no muy espeso, se echa en un frasco y se deja reposar, y listo, ya tienes tu protector solar, hecho en casa.
Con manteca vegetal
El medio Oxfam aconseja el protector solar con manteca vegetal. Los ingredientes son:
-2 cucharadas de aceite vegetal (de sésamo, de cacahuete, de avellana, de aceite, de coco o el de tu preferencia)
-30 g de cera de abeja
-30 g de manteca (de Karité, mango, cacao…)
-1 cucharadita de aceite de germen de trigo
-10 g de polvo de óxido de zinc
-30 gotas de esencia de aceite (es opcional, su función es conferir a la crema un olor agradable)
La manteca, la cera de abeja y el aceite se mezclan y se colocan en baño de maría. Luego, se deja enfriar y se agrega el resto de los ingredientes. De último se echa el óxido de zinc hasta que este se disuelve muy bien. Se echa en un frasco para después usarlo.