Después de casi una década juntos, la historia de amor entre Katy Perry y Orlando Bloom ha llegado a su fin. Una relación que nació como un inesperado flechazo en una fiesta post-Golden Globes en 2016, floreció entre alfombras rojas y viajes alrededor del mundo, y se consolidó con la llegada de su hija Daisy Dove en 2020. Hoy, sin embargo, sus caminos parecen haber tomado direcciones muy distintas.
Mientras Orlando Bloom ha sido captado disfrutando su nueva vida de soltero —codeándose con celebridades como Leonardo DiCaprio, Tom Brady y las Kardashian en la lujosa boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez en Venecia—, Katy Perry ha continuado su gira mundial entre luces, escenarios y emociones a flor de piel. Pero no todo ha sido brillo: una imagen reciente captada por paparazzi, en la que aparece sola con su hija, ha conmovido a sus fans y puesto en contraste su proceso emocional frente al de su expareja.
¿Ya se veía venir?
Para muchos, la última publicación de Orlando Bloom en Instagram, en la que compartió frases sobre “nuevos comienzos” y “dar ese primer paso”, fue la confirmación de una ruptura que venía gestándose desde hacía meses. Citando al escritor japonés Daisaku Ikeda y con referencias budistas, el actor parecía preparado para iniciar una nueva etapa.
Las señales estaban desde abril, cuando la cantante hizo un muy criticado viaje al espacio con la compañía Blue Origin. Orlando asistió de forma discreta junto a su hija para presenciar el despegue, pero evitó el protagonismo. Luego, trascendió que ambos discutieron intensamente por el comportamiento de la cantante durante la misión. “Él le dijo que todo el evento fue una vergüenza. Que fue ridículo. Embarazoso”, relató una fuente cercana a Perry. “Imagínate ir al espacio y que tu pareja no se impresione”, añadió el informante.
Aunque fueron vistos por última vez juntos en la Vanity Fair Oscar Party en marzo, algunos fans notaron tensión e incomodidad entre ellos. Para junio, Katy fue fotografiada sin su anillo de compromiso y, poco después, medios confirmaron la separación.
Según The Sun, Katy habría confesado a sus amigos que “la relación estaba acabada” desde inicios de año, pero ambos decidieron esperar para anunciarlo oficialmente por el bien de su hija. Sin embargo, las constantes diferencias y sus complicadas agendas hicieron imposible retomar la armonía. “Él siente que ella ya no lo toma en serio y que se ha convertido en otra persona”, dijo un allegado.
Mientras tanto, Katy ha seguido su gira mundial con su hija Daisy a su lado. Durante un show en Australia, se quebró al agradecer el apoyo del público: “Gracias por estar siempre para mí, Australia. Significa el mundo”, dijo, mientras la voz de su pequeña sonaba en el escenario.
Una ruptura silenciosa pero inevitable
Aunque ni Katy ni Orlando han dado declaraciones oficiales, su historia de amor parece haber cerrado un capítulo. Están comprometidos en criar a Daisy con amor, y según personas cercanas, están intentando mantener una separación madura y respetuosa.
La publicación de Orlando, la ausencia de Katy en la boda de Bezos y la falta del anillo de compromiso son pistas que ahora cobran sentido. Y mientras uno se lanza a la pista de baile en Venecia, la otra sigue brillando en el escenario, pero con el corazón puesto en su hija.