Cuando la Fórmula 1 llegó a Las Vegas trajo consigo un nivel de ostentación y glamour sólo comparable al de Mónaco. También parece haber impulsado involuntariamente a decenas de miles de trabajadores de la hostelería a conseguir mejores salarios y prestaciones de los famosos casinos de la ciudad.
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Cinco días antes de la ceremonia de inauguración de la F1 el pasado miércoles, el Sindicato Culinario y de Bartenders terminó de firmar contratos de cinco años con MGM Resorts, Caesars Entertainment y Wynn Resorts, que controlan 18 casinos en el corazón de la Ciudad del Pecado.
Pactos y negociaciones
Los pactos pusieron fin a un enfrentamiento de meses y disiparon la amenaza de una huelga masiva de trabajadores que coincidiría con el fin de semana de las carreras de autos, evitando así una pesadilla para los casinos y hoteles a medida que llegaban miles de turistas y grandes apostadores de todo el mundo.
Ahora, con el objetivo de ratificar el último de los acuerdos, los líderes sindicales lo aclaman como “el mejor contrato de la historia” para 40,000 trabajadores, destacando los mayores aumentos salariales que se habían visto, los nuevos límites a la carga de trabajo, los derechos de destitución e incluso las protecciones laborales frente a la tecnología de inteligencia artificial.
Ted Pappageorge, secretario-tesorero del sindicato y negociador jefe de los contratos, señaló que la incorporación de una carrera de Fórmula 1 este año dio a los trabajadores “influencia” en las negociaciones.
“Eso podría haber tenido algún impacto”, aceptó el dirigente, además de valorar la unidad de sus trabajadores para ir a huelga todos juntos si no se cumplían sus demandas.